El santuario de Nuestra Señora de Montserrat, uno de los lugares más bonitos de Cataluña, tiene su origen en el año 888, cuando el conde Wifredo el Velloso dona al monasterio de Ripoll la ermita de Santa María. Posteriormente, en 1025, el abad de Ripoll y obispo de Vic funda un nuevo monasterio en la ermita y en poco tiempo, se convierte en un punto de visita destacado para los peregrinos, quienes contribuyeron a dar a conocer entre la gente los milagros que obró la Virgen.
Tras un periodo de decadencia, que coincide con las desamortizaciones y la guerra napoleónica, en 1844 se inicia la recuperación. Después de descubrir esta joya de nuestro país, puedes acercarte a la Condal para disfrutar lo que queda del tiempo con tus niños en Barcelona. O si estás de escapada en pareja, visita a alguno de estos sitios románticos en Cataluña para poner el broche de oro (y de amor) al fin de semana.