Estos sitios para visitar en Cataluña en pareja os van a enamorar

En las habitaciones uno se siente como si estuviera en una elegante villa romana con suelos hidráulicos, techos con vigas de madera y camas enormes con suaves sábanas de gustoso algodón.

Una rápida excursión a cuatro kilómetros os llevará al corazón histórico de Tarragona para visitar el anfiteatro y el foro romano y pasear por las ondulantes calles hasta la catedral, construida en el siglo XII sobre un templo romano. En un agradable paseo cuesta abajo desde allí hacia el mar, cruzando la Via Augusta hasta la Platja del Miracle, llegaréis hasta la terraza del restaurante marítimo de Limboo, con sus preciosas vistas al mar.

Algunas habitaciones tienen un toque erótico: luces de neón, sillones reclinables con curvas, pétalos de rosas dispersos por la suite al llegar y una botella de champán. También podéis disfrutar de un masaje con aceites esenciales artesanales juntos.

El hotel cuenta con un bar que sirve cócteles de autor y tres restaurantes distintos: La Massana, Mimolet y La Riba—todos dedicados a la cocina catalana creativa con un ambiente que induce a la pasión. La Riba, especializado en cocina de fusión mediterráneo-japonesa, tiene el escenario más poético, justo al lado del río.

Una piscina al aire libre escoltada por las antiguas paredes de piedra comparte escenario con esculturas grecorromanas y una idílica vista de la puesta de sol. La antigua bodega del hotel acoge hoy una biblioteca donde reunirse al calor del fuego y disfrutar de una buena lectura.

Si conseguís escapar de este acogedor ambiente, dad un paseo en bicicleta hasta Pals o dirigíos a la íntima playa de la aldea de pescadores de Sa Tuna para disfrutar juntos de un refrescante chapuzón. Rodeada de casas coloridas que abrazan las paredes de los acantilados y el azul de las aguas del Mediterráneo, tumbaos en la playa a tomar el sol o sumergíos para bucear con los maravillosos peces de brillante lomo plateado. Un momento mágico para nadar lado a lado, con vuestros dedos entrelazados.

Este pueblo es idóneo para explorar La Garrotxa y Els Jardins de la Martana es el lugar perfecto para alojarse aquí. A esta mansión señorial de principios del siglo XX la define su elegante terraza con jardín privado donde tomar una copa con impresionantes vistas a las murallas iluminadas de la ciudad medieval.

Las habitaciones están decoradas con colores alegres, distintas texturas y azulejos pintados, al igual que la sala de desayunos. Los balcones miran hacia el río, el puente y el verde bosque. Una espectacular biblioteca del siglo XIX se suma a todo esto para que queráis permanecer dentro de las paredes de Els Jardins y relajaros entre tanta belleza.

Esta apasionante dedicación a lo divino, junto con las vistas sublimes y atípicas, los senderos mágicos y la excelente gastronomía forman la receta perfecta para una escapada romántica ideal.

Reservad una habitación justo al lado de la Basílica de Montserrat, en el Abat Cisneros del siglo XVI. Este elegante hotel monasterio, con su restaurante de estilo bodega y un museo adjunto, está construido con la misma piedra que el histórico monasterio. El restaurante del hotel está especializado en la cocina catalana local. ¡El lugar perfecto para una cena romántica!