Las mejores playas de las Islas Canarias para alargar el verano

No hay imagen publicitaria de las playas de Gran Canaria que no remita a Playa del Inglés y a las Dunas de Maspalomas. El icono por excelencia del turismo de sol y playa desde el boom turístico de los años setenta.

Estas magníficas playas son refugio de una parte importante de la población del norte de Europa durante los meses de otoño e invierno y, por qué no, también lo podrían ser para ti. Son seis kilómetros de playa, tres para cada una, con excelentes servicios y donde tiene cabida todo tipo de turismo: familiar, parejas, amigos, jubilados, LGTBI… ¡aquí todo el mundo es bienvenido!

Te voy a contar un secreto: dicen los grancanarios (los canariones, como se nos conoce aquí) que en Tenerife no hay playas; cosas de rivalidades entre vecinos. Pero yo, que aunque vivo en Gran Canaria no soy nacido aquí, no entiendo de competencia y puedo desmentir tal afirmación.

La cala de Diego Hernández, situada en Costa Adeje, es una de mis playas favoritas. Un pequeño y bohemio refugio donde se reúnen aquellos que no necesitan mucho más que unos metros de arena dorada y aguas cristalinas para disfrutar de un perfecto día de playa. Un lugar salvaje, virgen, al que solo se llega a pie pero que, aunque no cuente con servicios, es una de las playas más cotizadas de Tenerife.

El Monumento Natural de los Ajaches, situado en el municipio de Playa Blanca, es uno de los mayores reclamos turísticos naturales de Lanzarote. Un pequeño macizo volcánico que se extiende desde Femés hasta la costa para regalarnos una sucesión de coquetas calas, donde destaca una por encima de todas: la playa de Papagayo.

Considerada como una de las mejores playas de Lanzarote, la de Papagayo es una pequeña cala de arena dorada protegida por dos riscos que custodian su acceso, donde al acercarte a ella desde la cima, su cristalina agua puede llevarte al equívoco de que los bañistas, más que nadar, parecen suspendidos sobre el fondo arenoso.

Haber visitado tantas veces Fuerteventura hace que resulte difícil elegir una única playa entre todas. Pero puestos a elegir una, me quedo con la playa de El Matorral, en Morrojable. Su ubicación, en el sur de la isla, la envuelve de un clima envidiable durante todo el año, goza de todos los servicios imaginables al ser una playa urbana y, a su alrededor, cuenta con algunos de los mejores hoteles de playa de Fuerteventura.

Aunque no solo ello decanta la balanza. La próximidad a la península de Jandía la convierte en el emplazamiento perfecto para explorar tanto la salvaje playa de Cofete como otras pequeñas calas que se reparten por toda la península, así como para acercarse hasta las grandes playas de Sotavento, también consideradas por muchos de entre las mejores playas de las Islas Canarias.

Si hay una característica por la que destaque La Palma y que sería imposible de discutir, sería sin duda por el exuberante verde de su naturaleza. Color que destaca, aún más si cabe, cuando lo contrapones con el intenso negro de la arena de sus playas, como ocurre en la playa de La Zamora.

Esta popular playa del municipio de Fuencaliente, de impolutas aguas, negra arena y discreta localización, resulta idónea para la práctica del snorkel gracias a unos grandes roques que se encuentran a apenas una veintena de metros de la orilla y que albergan gran cantidad de vida marina.

Añádele, como complemento a su favor, que unos metros por encima, en el acantilado, se encuentra un quiosco perfecto para, sin prisas, degustar algunas de las viandas que proporcionan las aguas del lugar.

No hay nada como una orientación suroeste para disfrutar de una tarde de playa inolvidable. Y esto es lo que nos ofrece la Playa del Inglés en La Gomera (no confundir con la de Gran Canaria).

Llegar hasta Valle Gran Rey, donde encontramos esta playa, ya es de por sí una experiencia de lo más gratificante gracias a los hermosos palmerales que veremos en el camino. Si a eso le añadimos poder bañarnos en unas de las aguas más calmadas de la isla, dar un paseo por su arena custodiados por grandes acantilados y prendarse del apoteósico atardecer, donde el sol se funde en el horizonte de un infinito océano, podemos pasar directamente a calificar la experiencia como sublime.

Como la circulación por las carreteras de La Gomera requiere de cierta pericia y paciencia, una vez llegados hasta Valle Gran Rey y estirando el día hasta sus límites, lo mejor es quedarse a descansar en el mejor hotel de toda la isla, con permiso del Hotel Jardín Tecina.

Aunque es cierto que El Hierro se prodiga más en sus piscinas naturales que sus playas, no podía faltar en esta selección alguna playa de la más joven de todas las Islas Canarias.

Si quieres disfrutar de una zona de baño haciendo snorkel de lujo, ya que El Hierro es famosa a nivel mundial por la calidad de sus fondos, dirígete a la zona conocida como Las Playas. Dos kilómetros de costa al este de la Isla del Meridiano, donde en uno de sus extremos alberga uno de los iconos de la isla, el Roque de Bonanza, y a su alrededor se puede disfrutar de una explosión de vida difícil de ver a tan pocos metros de la orilla.

Si te diriges al lado opuesto de la playa, al extremo sureste, podrás cumplir con un must que todo viajero que se mueva por España debe hacer al menos una vez en su vida: dormir en un hotel perteneciente a la red de Paradores Nacionales.