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15 cosas que ver en Gran Canaria, el pequeño continente de la Macaronesia

Si quieres descubrir gran parte de lo que puede ofrecer Gran Canaria, llamada por muchos el "pequeño continente", organiza tu ruta con la ayuda de estas propuestas y prepárate para quedarte enamorado de una isla que atrapa.

Playas de dorada arena y tranquilas aguas, con sus antónimas de negras arenas volcánicas y aguas siempre revueltas, barrancos infinitos que parten de cumbres rocosas, bosques de densa laurisilva donde llueve desde el suelo, un mar de culturas que puebla sus calles y un pasado aborigen declarado Patrimonio por la UNESCO. Todo ello es parte de lo que hay que ver en Gran Canaria y hace de la isla un destino diverso que nunca defrauda al visitante que pone los pies en ella.

1. Amanecer con un chapuzón en Las Canteras

Lo primero para poder explorar Gran Canaria es establecer un campo base desde donde moverse y, aunque la mayor planta hotelera se concentra en el sur de la isla, a mí me parece mucho más interesante alojarse en la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, ya que está perfectamente comunicada tanto con el norte como con el sur de la isla y desde ella parten las carreteras más cómodas hacia las zonas de cumbre.

Además uno puede alojarse en hoteles tan fabulosos como el Hotel Reina Isabel, ubicado en la mismísima playa de Las Canteras, que es un pulmón social para la ciudad donde se realizan infinidad de actividades.

Pasar un día en Las Canteras es un éxito asegurado, da igual la zona que elijas: La Cícer, Muro Marrero, Playa Chica, Reina Isabel o La Puntilla. Todas ellas tienen garantía de servicios y calidad asegurada, que por algo estamos ante una de las mejores playas urbanas del mundo.

2. Conocer el pasado colonial de la ciudad

Otro de los imperdibles de la ciudad de Las Palmas es recorrer el histórico casco de Vegueta, que se ha ganado a pulso el título honorífico de uno de los rincones más bellos de la isla.

Caminar por sus calles es hacerlo por los mismos lugares que pisó Cristóbal Colón antes de su partida hacia el nuevo mundo. Lugares como la plaza de Santa Ana y su catedral, la pequeña plaza del Espíritu Santo o los grandes y señoriales edificios que albergan los museos de la zona invitan a explorar el barrio de forma pausada para ir descubriendo la historia de la fundación de la ciudad. ¡En esta guía sobre Las Palmas conocerás muchos otros rincones más!

3. Ruta por los pueblos con más encanto del norte

No hay ruta que se precie sobre qué ver en Gran Canaria que no pase por los pueblos de la zona norte. Todos con sus particularidades y encantos forman parte de esa otra forma de acercase al turismo, más sosegada y buscando la vertiente más local de la isla.

Arucas y su piedra de cantería, Teror y la arquitectura tradicional, el centro de Firgas bañado en agua, Moya y los profundos barrancos que la custodian, las hermanadas e históricas Guía y Gáldar o la villa marinera de Agaete no pueden faltar en tu visita a Gran Canaria.

4. Adentrarse en los bosques de laurisilva

Durante prácticamente toda la ruta anterior, por los pueblos del norte de Gran Canaria, si quieres hacer un alto en el camino y recargar las pilas en medio de la naturaleza, puedes acercarte a algunos de los pocos rincones donde todavía encontramos restos de los prehistóricos bosques de laurisilva.

El Bosque de Los Tilos, en Moya, y la Finca de Osorio, en Teror, son las zonas más accesibles, pero si no te importa mancharte un poco de barro, es mucho mejor adentrarse en el barranco de Azuje, en Firgas, o en el Barranco de la Virgen, en Valleseco, donde podrás recorrer el corazón de la antigua Selva de Doramas.

5. Recorrer las mejores playas del sur

Las playas del sur de Gran Canaria son el tótem turístico de la isla y el reclamo para los millones de turistas que llegan desde todos los lugares del mundo en busca de la eterna primavera que caracteriza al archipiélago canario.

Playa del Inglés y Maspalomas, con sus seis kilómetros de arena dorada y sus impresionantes dunas, están consideradas de las mejores playas de Canarias, pero hay muchas más para disfrutar, como la playa de Amadores, Meloneras o San Agustín, por nombrar tan solo algunas de ellas.

Si tu idea de viaje consiste en pasar una semana de puro relax en la playa, quizás te podrías plantear no alojarte en Las Palmas y sí hacerlo en alguno de los hoteles Todo Incluido de Gran Canaria que encontrarás en el sur de la isla.

6. Aventura en busca de las playas más remotas

Siguiendo en la costa de Gran Canaria y con la temática de playas, si prefieres disfrutar de un baño en algunas de las playas más salvajes y aisladas de la ínsula, prepara tu mochila de trekking, un buen calzado, carga agua para una buena caminata y parte en busca de playas como Guguy, Punta Arena y Faneroque.

Lugares perdidos en las zonas más inhóspitas de la isla y que te garantizan, si consigues llegar hasta ellos, un baño en la más absoluta tranquilidad.

7. Descubrir Mogán, la pequeña Venecia canaria

Sin alejarnos de la costa y antes de adentrarnos en el “Salvaje Oeste” de Gran Canaria, nos vamos a encontrar con el municipio de Mogán, conocido por muchos como la pequeña Venecia Canaria.

A veces este tipo de comparaciones son odiosas pero cuando uno llega a la marina de Mogán y ve esos canales que se adentran en la pequeña urbanización, tan linda ella siempre engalanada con sus coloridas flores, la comparación es inevitable. Si queréis degustar un buen pescado fresco, la cofradía de Mogán o la de la vecina Arguineguín son dos de los mejores lugares de la isla para hacerlo.

8. La Aldea de San Nicolás, el rincón secreto

Cuando en el punto anterior hablaba de adentrase en el “Salvaje Oeste” me refería en concreto a visitar La Aldea de San Nicolás, posiblemente el lugar más alejado de cualquier otro punto de la isla. Siempre queda lejos de todo y eso, en concreto, es lo que ha hecho a este lugar tan especial y ha transferido a sus gentes un carácter único.

Llegar hasta La Aldea nos da la excusa perfecta para dar toda la vuelta a la isla y disfrutar de los parajes indómitos de la agreste costa oeste de Gran Canaria. Al igual que pasa en las zonas rurales de Tenerife, estas aldeas recónditas esconden una personalidad extraordinaria que bien merece la pena descubrir, a pesar del largo periplo.

9. Recorrer las cumbres y sus roques

Decía Unamuno que las cumbres de Gran Canaria son como una tormenta petrificada, y razón no le faltaba, ya que con tan solo asomarse a alguno de los muchos miradores que cuelgan de la caldera de Tejeda se pueden diferenciar una gran cantidad de roques salpicando el horizonte. Los más emblemáticos son el Roque Nublo, símbolo de Gran Canaria, y el Roque Bentayga.

Pero hay muchos más: algunos de ellos bien escondidos, como el Roque Palmés o el Roque Mulato, y otros bien visibles, que toman su nombre de las caprichosas formas con la que los ha dotado la naturaleza, como el Roque del Fraile o el Roque Rana. Localizarlos en un mapa y trazar una ruta para visitar el mayor número posible de ellos es una de las mejores formas de conocer a fondo la cumbre grancanaria.

10. Viajar al pasado aborigen de la isla

La llegada y conquista de los españoles del archipiélago canario, en términos históricos fue prácticamente ayer, pues tuvo lugar hace apenas quinientos años. Eso hace que los restos arqueológicos de los antiguos habitantes de Gran Canaria, los Kanarii, se encuentren en perfecto estado de conservación y sean muy abundantes por toda la isla.

De hecho, gran parte de la zona de cumbre fue declarada Patrimonio de la Humanidad en el verano de 2019 gracias, en parte, a la gran cantidad de yacimientos fácilmente visitables que hay por toda la zona.

Si quieres descubrir y aprender sobre el pasado aborigen de la isla, no te puedes perder las visitas al Museo Canario en Vegueta, el Museo de la Cueva Pintada en Gáldar y luego seleccionar para tu visita algunos de los yacimientos más importantes, como el de Cuatro Puertas, La Fortaleza de Ansite, el Roque Bentayga o la reproducción que se encuentra en Artenara del sorprendente y enigmático Risco Caído.

11.Visitar Tejeda, un pueblo con mucho encanto

El pequeño pueblo de Tejeda, cuyo difícil encaje entre montañas parece sacado de la paleta de un pintor y que forma parte del listado de pueblos más bonitos de España, es una de las visitas imperdibles en la isla y el lugar perfecto para los amantes del turismo de naturaleza.

Al igual que cuando hablaba de las playas del sur de la isla decía que quizás era un buen plan alojarse allí, si tu idea es conocer a fondo la zona de cumbre, alojarse en alguna de las casas rurales de Gran Canaria que hay en Tejeda también puede ser una gran opción.

12. Agüimes, donde el arte se hizo municipio

Cuando me dicen de elegir un único pueblo como el más bonito de la isla, dentro de todo lo complicada que puede resultar la elección, casi siempre mi respuesta acaba siendo la misma: Agüimes. Su fácil accesibilidad y el esmero que los responsables municipales han puesto para ir arreglando poco a poco el pueblo, convierten a Agüimes en el lugar ideal para realizar una sencilla y cómoda visita.

Un casco urbano prácticamente peatonal; una iglesia que hasta ha servido como modelo arquitectónico para uno de los mejores hoteles de la isla, el Hotel Villa del Conde; un gusto por la cultura, que se palpa notablemente en sus calles, donde las estatuas florecen prácticamente en cada esquina, y un movimiento artístico que está resurgiendo poco a poco son algunos de los detalles que están alzando la popularidad de este municipio.

Esto último también se debe a la restauración de casas antiguas para convertirlas en bares, bodegas y restaurantes donde se combinan y fusionan los espacios en tiendas de arte y salas de exposición. Así, Agüimes es un lugar perfecto para recorrer las calles sin rumbo y sin prisa en busca de las sorpresas que te pueden aguardar en cada esquina.

13. Arte para todos en los museos de Gran Canaria

Aunque uno no llegue a este archipiélago por sus museos, éstos son otra de las muchas cosas que ver en Gran Canaria. Algunos de ellos ya los he mencionado, como la Casa-Museo de Colón y el Museo Canario en Vegueta o el museo de la Cueva Pintada en Gáldar, pero hay muchos otros repartidos por la isla y que bien merecen una visita.

Para tu visita artística a la isla debes apuntar, además: el Centro de Arte Indígena de Antonio Padrón en Gáldar; el Centro Atlántico de Arte Moderno, más conocido como CAAM, en Vegueta; la Casa-Museo de Benito Pérez Galdós, uno de los literatos más importante de las Islas Canarias; la sorprendente, tanto por su ubicación en un castillo como por la obra que alberga, Fundación Martín Chirino, o el siempre interesante Museo Élder de las Ciencias.

14. Sumergirse en los fondos marinos de la isla

Más allá de todo lo visto en la superficie de la isla, también hay mucho que ver bajo ella en… ¡sus fondos marinos! Si eres aficionado al submarinismo hay varios puntos de inmersión repartidos por la isla que uno no se puede perder.

Para los buceadores principiantes, zonas como Sardina del norte, Reserva Natural del Cabrón o la menos conocida playa de Tufia son un buen punto de partida. Y si ya eres un buzo más avanzado, el sistema de grutas submarinas conocida como La Catedral o alguno de los muchos pecios repartidos por la isla (Arona o Blue Bird son los más espectaculares) no puede faltar en tu diario de inmersiones.

15. Gastronomía tradicional y de vanguardia

Como final a este recorrido por la isla de Gran Canaria, y después de tanta visita y actividad, qué mejor cierre que un paseo por la gastronomía local, que abarca mucho más que las famosas papas arrugadas y el mojo picón, aunque es verdad que es un plato que no puede faltar nunca en la mesa.

Basta con acercarse a cualquier restaurante sencillo y tradicional para poder degustar los mejores productos de la tierra, como el cherne y la vieja, la carne de cabra o el cochino negro y los quesos de las zonas de cumbre y medianías.

Pero si quieres llevar la experiencia gastronómica al máximo nivel, restaurantes como La Aquarela y Los Guayres, ambos con una estrella Michelin, o El Equilibrista 33 y Deliciosa Marta, tienen una carta a prueba de los paladares más exigentes donde se presenta lo mejor de la cocina canaria.

Javier Vique

Javier aterrizó en Canarias completando la primera etapa de un viaje que lo tenía que llevar hasta Sudamérica. Lo que no sabía es que quedaría atrapado por la calidez de sus gentes y la belleza y diversidad de sus paisajes. Desde entonces vive en Gran Canaria, isla que no se cansa de recorrer y desde donde sigue realizando saltos para descubrir otras partes del mundo y contarlo en el blog El mundo de Magec.
El mundo de Magec