España

Qué ver en el País Vasco al menos una vez en la vida

Hay tanto que ver en el País Vasco que, tal y como hacemos en la barra de pintxos, lo mejor es dejarse aconsejar acerca de las especialidades de la casa y combinar sabores.

No nos costará personalizar el menú ideal: Las olas del Mar Cantábrico lamiendo playas salvajes, un legado cultural distintivo, los senderos más verdes donde respirar naturaleza, una gastronomía que ha embelesado a medio planeta y miles de rincones llenos de encanto para convertirnos en privilegiados exploradores… ¿Por dónde empezar?

Clara

El segundo apellido de Clara (Letamendía) delata por qué siente especial predilección por los paisajes del norte, los pintxos y el buen vivir. Aunque ha recorrido el mundo entero, buena parte de su familia vive en el País Vasco, así que allí es a donde se dirige siempre que tiene ocasión. Le gusta compartir consejos y tesoros escondidos para que otros viajeros también puedan encontrar en el País Vasco sus propios paraísos.

1. Dormir en el templo de glamour

Elisabeth Taylor, Audrey Hepburn, Robert De Niro o Sophia Loren son solo algunas de las innumerables estrellas que se han alojado en el Hotel María Cristina. Este emblemático edificio, icono de la Belle Epoque, sirve de escenario para la alfombra roja del Festival del San Sebastián y se ha convertido en todo un símbolo de la ciudad. La gran dama donostiarra es sinónimo de lujo y glamour desde 1912, y ahora, en pleno siglo XXI, sigue haciendo las delicias de los viajeros más exigentes con detalles que solo cabría esperar de uno los mejores 5 estrellas de Europa. Más que un alojamiento, toda una institución.

Hotel Maria Cristina, a Luxury Collection Hotel, San Sebastian

Entre los mejor valorados
San Sebastián
9.8 Excelente (3724 Opiniones)

2. Visitar el “buque" del arte contemporáneo

Por muchas fotos que hayas visto, nada es comparable a explorar en directo las sinuosas formas del famoso Guggenheim de Bilbao. Esta joya de la arquitectura del siglo XX, obra de aclamado Frank Gehry, es una obra escultórica llena de originalidad, creatividad e ingenio que está fuera de cualquier molde imaginable. Su forma, que evoca a un majestuoso barco deslizándose sobre el mar, reluce sobre la ría de la ciudad y en su interior contiene otros tesoros que invitan a deleitar la mirada y activar la mente. Obras de Jeff Koons, Louise Bourgeois, Yves Klein o del escultor vasco Eduardo Chillida nos esperan dentro de este célebre museo capaz de revolucionar los sentidos.

3. Surfear la famosa ola de Mundaka

Con una costa de más de 200 kms de largo, llena de arenales, playas y olas para todos los gustos y niveles, País Vasco es un auténtico paraíso para los amantes del surf. La preciosa playa de Zarautz, la salvaje Sopelana o la más tranquila Plentzia (con olas aptas también para principiantes) son algunos de los muchos lugares donde conectar con sobre la energía del mar desde la tabla. Pero si hay algo que merece la pena ver en el País Vasco al menos una vez en la vida es la ola Mundaka. Esta localidad se ha declarado Reserva de Surf por su famosa ola izquierda, que puede llegar a alcanzar los 4 metros de altura y los 400 metros de largo y es considerada como la mejor ola de Europa.

4. Recorrer Urdaibai, el paraíso de las aves

Montañas con vistas al mar, frondosos bosques y valles, preciosos acantilados, marismas donde reposan las aves y pueblos pescadores con coquetas playas. La Reserva de la Biosfera de Urdaibai es un paraíso para los amantes de la naturaleza y la ornitología. Con miles de lugares que invitan detener el camino para observar la fauna y la flora y un rico legado cultural, es el lugar idóneo para perderse entre paisajes de ensueño. Garzas reales, avetoros, águilas pescadoras… Este paraje natural, en la desembocadura del río Oka, es una Zona de Especial Protección para las Aves y uno de los mejores lugares de toda la península para observar su vuelo.

5. Caminar sobre las olas en un escenario de cine

En la zona que ocupa la Reserva de Urdaibai, entre las localidades de Bakio y Bermeo, encontramos uno de los lugares más mágicos de Vizcaya: la ermita de San Juan de Gaztelugatxe, rodeada de olas, rocas y la brisa del Cantábrico . Este lugar de peregrinación, originalmente construido en el siglo X, fue uno de los escenarios elegidos para rodar la serie Juego de Tronos y embelesa a todo aquel lo visita fuera de la pantalla. Sin duda, merece la pena subir los 241 peldaños de su escalinata para poder disfrutar de uno de los paisajes marinos más imponentes que ver en el País Vasco.

6. Conocer el legado de un maestro de la moda en un pueblo con encanto

Conocido por el monte con forma de ratón que embellece su costa, el pueblo de Getaria es una de las localidades más encantadoras de toda la provincia. Este enclave, famoso por sus playas, el vino blanco txakoli y por ser el lugar donde se ubica uno mejores restaurantes del panorama vasco (Elkano), es también conocido por haber visto nacer a un icono de la moda. Aquí, en Getaria, nació el diseñador Cristóbal Balenciaga y en el museo dedicado a su figura se conservan más de 1200 prendas y complementos diseñados por el artista.

7. Descubrir nuevos sabores de la alta cocina vasca

Lo confirman los expertos en gastronomía: Los chefs del País Vasco están entre los mejores del mundo y no es casualidad que Martín Berasategui, el español con más Estrellas Michelin, proceda de esta tierra. Para probar las creaciones de este aclamado chef podemos acudir al Restaurante Martín Berasategui (Lasarte) o la Sidrería eMeBe (San Sebastián), pero no son los únicos lugares donde regalar refinados sabores a nuestras papilas gustativas. La cocina de Eneko Atxa en el Restaurante Azurmendi (a las afueras de Bilbao), los innovadores platos de Andoni Luis Aduriz desde los fogones de Mugaritz (Errenteria) o las creaciones de Juan María Arzak (en San Sebastián) demuestran que en el País Vasco, comer es mucho más que alimentarse. Pocos lugares hay en el mundo donde resulte tan fácil coleccionar experiencias culinarias para el recuerdo.

8. Caer rendido ante los sabores de los pintxos y el menú de sidrería

Pero no hace falta acudir a establecimientos con estrella Michelin cada día para disfrutar de la mejor gastronomía vasca. Los pintxos de los bares del Casco Viejo de San Sebastián y el barrio de la marina en Hondarribia son buen ejemplo de ello, y los menús de sidrería, otra experiencia más que aconsejable para los amantes del buen comer. Nada mejor que visitar Astigarraga desde enero hasta finales de abril y entonar “¡txotx!” alrededor de una kupela llena de sidra mientras esperamos la llegada del bacalao, el chorizo a la sidra y la txuleta para vivir la gastronómica vasca más tradicional.

9. Catar vinos en un edificio futurista rodeado de viñedos

Ningún amante de la enología debería dejar pasar la oportunidad de degustar los vinos de la Rioja Alavesa, y si además la cata puede complementarse con un recorrido por paisajes que quitan el hipo, la experiencia es ya del todo inmejorable. Entre las múltiples bodegas que encontramos en esta zona del País Vasco colindante con La Rioja hay una que destaca por encima de todas debido a la originalidad de un edificio que brilla entre los viñedos. Se trata de la Bodega de Marqués de Riscal a las afueras de Elciego, en cuyo complejo enológico se ubica el hotel de lujo ideado por Frank Gehry, el mismo arquitecto que diseñó el Guggenheim. Un lugar excepcional para disfrutar de los colores de la naturaleza y la arquitectura futurista, de la mezcla de texturas entre el entorno rural y la innovación creativa y, sobre todo, del vino proveniente de una de las zonas más bonitas que ver en el País Vasco.

10. Asomarme al mirador natural de Jaizkibel

Los senderos que recorren el monte Jaizkibel permiten asomarnos a la belleza del Cantábrico y contemplar algunos de los acantilados más imponentes del País Vasco. Este monte, en la desembocadura del río Bidasoa, se alza entre Hondarribia y Pasaia, y desde su cumbre es posible observar en el horizonte parte de la costa atlántica francesa. A lo largo de la cresta, encontramos restos dispersos de antiguos fuertes y torreones defensivos. Mientras recorremos sus senderos, rodeados de la insólita belleza de sus formaciones rocosas erosionadas por el viento y el agua, sentimos la auténtica magia del encuentro entre el mar y la montaña.

11. Y... no olvidar añadir otros imprescindibles que ver en el País Vasco

Para terminar de completar el menú, recuerda añadir algunas especialidades de las casa que no deberías pasar por alto: Recorrer el Paseo Marítimo de San Sebastián desde la playa de Gros, pasando por La Concha y hasta llegar a Ondarreta para acabar visitando el Peine de los Vientos o subir en funicular al Monte Igueldo. Pasar unos días de relax en alguno de los mejores hoteles con encanto en País Vasco en la montaña o en la costa, hacer una excursión al País Vasco Francés y, si te gusta el arte, no dejar pasar la oportunidad de hacer una visita al Chillida Leku o el Museo de Bellas Artes de Bilbao.