Andorra

Qué ver en Andorra cuando no estés esquiando

Si te preguntas qué ver en Andorra cuando no estés esquiando, estas 15 visitas y actividades harán que te enamores de esta tierra genuina.

Seas o no un amante del esquí, en el Principado de Andorra te aguardan sugestivas experiencias fuera de pista. Descubre la esencia de este pequeño gran país a través de su gastronomíacultura, sus numerosas posibilidades de ocio y los originales planes al aire libre por sus espectaculares paisajes.

1. Despierta en un acogedor hotel en el centro de Andorra

Cuando los clientes de un hotel vuelven cada año es una buena señal. Este es el caso del Hotel de l’Isard, ubicado en pleno centro comercial de Andorra La Vella, en la calle Meritxell.

El edificio, con su fachada de piedra y arquitectura típica de montaña, está catalogado de interés nacional. La decoración es acogedora, como todo el personal y, si un día no quieres salir a comer o a cenar fuera, en su restaurante te podrás recomponer, gastronómicamente hablando, comme il faut. Además de los platos de la carta, tienen un buen y completo menú que cambian dos veces por semana. La cocina es andorrana, elaborada con productos autóctonos que, en el caso de Andorra, es una garantía de buena materia prima.

Hotel de l'Isard

Andorra la Vella
8.2 Muy bueno (86 Opiniones)

2. Las poéticas esculturas de Jaume Plensa

“Los poetas” de este escultor, que se alzan en la plaza de Lidia Armengol sobre altísimos mástiles de acero, simbolizan las siete parroquias en las que se divide territorialmente Andorra. Al contemplarlas, es como si se pusiera en funcionamiento una brújula que te indica el camino desde la materialidad de esta comercial plaza hacia la belleza de las cumbres que la rodean. Un conjunto escultórico emplazado en Andorra La Vella que emociona, como todo lo que crea Jaume Plensa.

3. Tapeo animado en el centro histórico

El casco antiguo de Andorra La Vella lo componen tan solo cuatro calles, pero la densidad de buen ambiente en este núcleo de bares y restaurantes es alta. La zona tiene mucho encanto y en los últimos años se ha puesto de moda para ir a tomar algo. En verano, ¡se está de fábula en las terracitas!

4. Mural gigante de la artista Samantha Bosque

Hace 3 años aproximadamente, se inauguró el mural gigante pintado por la artista Samantha Bosque detrás del edificio del Comú, que es la institución que administra la parroquia de Andorra la Vella, la capital del principado. Esta pintura hiperrealista se ideó como una puerta de bienvenida a la parroquia y refleja lo que hay justo detrás de esta fachada: la plaza Príncep Benlloch. Por este motivo, y porque quiere simbolizar la buena gestión de los asuntos comunales, la obra se titula “Transparencia”.

5. Entra a la Casa de la Vall por el portal de piedra

Seguimos en el casco antiguo de Andorra La Vella porque esta antigua casa solariega del siglo XVI es uno de los monumentos más simbólicos del principado. Hasta 2011, fue la sede principal del Parlamento andorrano; uno de los más antiguos de Europa y, actualmente, todavía se celebran en él algunas sesiones. A La Casa de la Vall se accede por un portal de piedra que hace las veces de puerta al centro histórico.

6. Cocina tradicional en el Restaurante Borda Xixerella

Las bordas son antiguas casas tradicionales de alta montaña que se han transformado en acogedores restaurantes en los que degustar la auténtica cocina andorrana, elaborada con productos autóctonos y de temporada. En el pequeño pueblo de Xixerella, en el camino de Pal a Arinsal (parroquia de La Massana), encontrarás una de mis preferidas.

Se trata de Borda Xixerella, un restaurante que elabora algunas de las recetas más típicas del principado y reinterpreta otras sin desvirtuarlas. Prueba su delicioso bacalao gratinado con crema de puerros, el pollo de corral con cigalas, los pies de cerdo con setas o su trinxat. Además, encontrarás una cuidada selección de vinos que no te arruinará la noche ni el bolsillo.

7. Una plácida ruta con vistas a Andorra La Vella

En la agenda de qué ver en Andorra no debería faltar esta actividad. La ruta de senderismo Rec del Solà empieza a unos pasos del centro urbano. Es un agradable paseo por un pulmón de naturaleza que te proporciona, sin un gran esfuerzo, una vista panorámica de Andorra La Vella desde las alturas: empieza en San Ermengol, pasa por el puente románico de Sant Antoni y llega hasta un impresionante mirador en el que puedes recargar pilas en el merendero.

8. Excursión en moto de nieve a la luz de la luna

Disfrutarás cualquier excursión en moto de nieve de las que organizan en motodenieve.com por los bosques de Grandvalira y Grau Roig, pero te recomiendo especialmente la que se hace en noches de luna llena. La luz se refleja en la nieve e ilumina el paisaje, por lo que puedes distinguir perfectamente lo que te rodea y cómo se dibujan las montañas en el entorno, hacer un alto en el camino y disfrutar de una visión diferente de estos hermosos paisajes.

9. Contemplar las esculturas de Toni Cruz

Este reconocido escultor de Ordino crea esculturas metálicas que se integran en el paisaje como almas gemelas de la fauna real que habita estos valles (aunque también hace piezas de figuras humanas). Puedes admirar sus creaciones en varios puntos del principado: por ejemplo, en la rotonda que hay en la entrada de Ordino, en la Cortinada, en la Seu d’Urgell y en la galería Mama Maria de Andorra La Vella. Cada obra es de una belleza extraordinaria. La imagen de arriba es de la exposición temporal que se organizó a los pies de la iglesia de Sant Joan de Caselles, donde estuvieron morando sus vaques.

10. Recorrer el Paseo del Río en el Parc Central

Si vas con niños, esta es una de las actividades que puedes hacer con ellos. Parc Central es un gran parque que entronca con un agradable paseo por los márgenes del río Valira. Incluye amplias extensiones de césped, un estanque y diferentes zonas de juego. Además, está muy bien equipado: dispone de bar, aparcamiento y lavabos. En primavera, la estampa de los cerezos en flor que bordean el río es un espectáculo.

11. ¿Qué ver en Andorra? El pequeño pueblo de Pal

Apenas tiene 200 habitantes y es uno de los pueblos más bonitos de alta montaña de la parroquia de La Massana y de todo el principado. Pasear por sus callejuelas disfrutando del silencio y de su arquitectura tradicional ya es todo un regalo, aunque si quieres alimentar un poco más tu espíritu durante tu visita a Pal, lo puedes hacer con la próxima sugerencia.

12. Adéntrate en el Románico andorrano

La iglesia de Sant Climent, con su campanario de estilo lombardo y ventanas germinadas, es uno de los mejores exponentes del Románico andorrano. Además, allí mismo está ubicado el Centro de Interpretación del Románico, donde podrás ver una exposición sobre este estilo artístico, así como objetos y mobiliario litúrgico de los siglos VII al XIII.

13. Trineo de mushing, ¡conecta con la naturaleza!

Esta experiencia es de las que no se olvidan: entrarás en contacto con la naturaleza sintiéndote en armonía con ella. Los trineos de perros de nieve los conduce un musher profesional, por lo que tú solo tienes que dejarte llevar y disfrutar de la ruta (es una actividad que también puedes hacer tranquilamente con niños en tu escapada familiar invernal). Si buscas una experiencia todavía más especial, también tienes la opción de vivir esta sensación en noches de luna llena. Habla con Jordi, de mushingpirineus.com, y él te explicará las diferentes salidas que organizan por Grau Roig y Port de Valira.

14. Hacer la espectacular ruta de los 4 miradores

Desde el pasado mes de octubre se ha habilitado un nuevo circuito en la zona de l’Obaga que incluye cuatro miradores con vistas excepcionales a Andorra la Vella: el mirador Roc de Senders, el del Bosc Negre, el Roc de Palomera y el Roc de Solobre. Se trata de una ruta circular con caminos hasta ahora muy desconocidos, incluso para los excursionistas de Andorra, que puedes hacer en una mañana. El punto de salida hacia estos magníficos espacios naturales está en el aparcamiento del Centro Parc Central.

15. Degustar los quesos artesanales

Volvemos a La Massana porque en la Quesería Casa Raubert del pueblo de Escàs elaboran auténticos quesos de montaña con la leche de sus propias ovejas Assaf. Encontrarás una gran variedad entre la que escoger, y todos son naturales y artesanos, al igual que su delicioso yogur. Si eres quesero, no te puedes perder esta visita. Una recomendación: antes de ir, pregunta por los talleres, visitas y degustaciones que organizan; ¡todavía disfrutarás más de la visita!

Fotografías cedidas por El Comú d’Andorra La Vella/Tony Lara