Situado en pleno Parque Nacional de Sierra Nevada y a escasos metros de las pistas de esquí de Monachil, este hotel cumple con todos los requisitos impuestos por los amantes de los deportes de riesgo y la montaña.
Como buen refugio alpino, sus instalaciones son cálidas, confortables y están llenas de detalles en madera. Cuenta con piscina climatizada, zona de juegos, terraza, jacuzzi y amplias zonas comunes donde los más pequeños pueden hacer nuevos amigos. Mención aparte merecen las increíbles vistas desde el hotel al valle. ¡Todo un privilegio!
Pero ¿qué pasa si no sabes esquiar?, te preguntarás. ¡Nada! Porque también se puede venir aquí a disfrutar de la nieve sin calzarse los esquís (y no solo haciendo batallas de bolas de nieve). A pocos minutos del hotel Kenia Nevada se encuentra el parque de actividades Mirlo Blanco, un complejo de pura diversión donde estoy segura de que lo pasaréis pipa en familia. Montaña rusa, alfombra mágica, toboganes, castillos hinchables y todo lo que los niños (a partir de los 6 años, eso sí) puedan soñar.
Y no podemos dejar de hablar de hacer una visita a la Alhambra de Granada, un conjunto de palacios y jardines declarado Patrimonio de la Humanidad donde los pequeños alucinarán con las historias que esconden sus muros. ¿Recordáis la última película de Tadeo Jones? Pues uno de los escenarios de este divertido filme es, precisamente, el Patio de los Leones. Ver la película en familia antes de vuestra visita para así ir generando expectativas sobre el viaje podría ser una buena idea, además de un genial plan de domingo por la tarde.