La fórmula del "bien vivre" se halla en estos hoteles con encanto en San Sebastián

Frente al centenario puerto de San Sebastián se alza el hotel Lasala Plaza. Un espacio en el que el lujo todo lo impregna, empezando por su área gastronómica La Jarana Taberna, donde se apuesta por la cocina tradicional vasca y el producto local bajo la batuta del reconocido chef Ander González.

Hospedarse en este edificio de 1917 supone emprender un viaje en el tiempo a la belle époque de Donostia, cuando en la capital guipuzcoana veraneaban las realezas del mundo. De ahí el aire clásico – aunque sin renunciar a sus raíces marineras– de las 58 habitaciones (mi favorita es la coqueta “Historical”).

Ya os contábamos que en Room Mate Hotels bautizan cada uno de sus alojamientos con un nombre propio que impregna el lugar de una personalidad única. En San Sebastián se encuentra Room Mate Gorka, un joven extrovertido, creativo y viajero.

Estamos ante el hotel “mimado” de la cadena, pues las raíces de los fundadores se encuentran en País Vasco. “Es el más bonito de todos“, confiesa el propio Kike Sarasola. Y lo cierto es que el cariño depositado en este hotel con encanto en San Sebastián se palpa en cada esquina. Sin ir más lejos, el diseño de sus amplias y cómodas habitaciones corre a cargo del prestigioso estudio Cuadro Interior.

Ibaia et Arramak significa “río y ramas” en euskera y entendimos el porqué del nombre nada más llegar. A este hotel boutique lo resguardan el afluente del Urumea y la montaña; es imposible no sucumbir a la calma que inspira el entorno de este hotel con encanto en País Vasco.

Un hogar lejos de casa -como a ellos mismos les gusta definirse- en una mansión histórica. Las habitaciones las decoran la fotografía bucólica de la murciana Mari Luz Vidal, los textiles de la marca catalana Teixidors, los coloridos jarrones de Octaevo y las estilosas lámparas de Santa & Cole.

En la ladera del monte Igueldo, Akelarre abría sus puertas en 1970 como un restaurante que poco después se convertiría en máximo exponente de la alta cocina vasca. Varias décadas más tarde se adjuntó un hotel boutique de cinco estrellas para hacer las delicias de los más sibaritas. Quien anda detrás de este alojamiento con forma de experiencia gastronómica es el reputado chef Pedro Subijana.

Habitaciones diáfanas decoradas con madera de roble, cuero, cristal y mármol negro desde las que amanecer con vistas a la costa francesa, el puerto de Getaria y los acantilados de la costa vizcaína. La excepcional “Suite Akelarre”, con piscina climatizada propia, lo convierte en uno de los hoteles en País Vasco más impresionantes en los que he tenido el lujo de alojarme.