España

Qué ver en el País Vasco con niños: 10 propuestas para todas las edades

Si estás pensando en unas vacaciones familiares donde haya de todo: desde playas y senderismo, hasta cultura, historia, experiencias en talleres y paisajes que quitan el aliento, no dejes de leer esta guía sobre qué ver en el País Vasco con niños. ¡Te vas a sorprender!

El País Vasco, una de las comunidades autónomas del norte de España, tiene la particularidad de enamorar a quien lo visita por su belleza y por la gran cantidad de opciones que propone, para que las personas de todas las edades tengan unas vacaciones inolvidables. Por eso, te recomiendo hacer base en Bilbao, y desde allí visitar alguna de las 10 propuestas que comparto en esta guía. ¡No te vas a arrepentir!

1. Despertar en el campo, pero cerca de Bilbao

¡Qué mejor manera de despertar durante las vacaciones que con el sonido de la naturaleza cerca! Desayunar con vistas a las montañas y dejar que los niños corran libremente por el campo o se diviertan en alguno de los juegos que tiene el Hotel y Casa Rural Matsa, una buena idea para empezar los días.

Este hotel y casa rural de dos estrellas se ubica a tan solo 9 km de Bilbao y es ideal para reponer energías después de cada día de paseo y excursiones. Cuenta con habitaciones dobles a las que se pueden sumar camas y cunas, todas con una decoración rústica, donde los detalles en madera y piedra son una constante. Para los desayunos hay opciones saladas, dulces y un menú infantil.

Matsa

Lezama
8.0 Muy bueno (13 Opiniones)

2. Disfrutar de los paseos costeros en San Sebastián

San Sebastián es una de las ciudades más turísticas y bellas del País Vasco y la caminata costera por la Bahía de la Concha es un imperdible para hacer en familia. El paseo se extiende desde la Avenida de la Libertad hasta el Túnel del Antiguo y es ideal para recorrer en bicicleta o en monopatín con los niños.

En el trayecto vas a poder apreciar la belleza de las playas y de la arquitectura urbana, con algunos palacios como el de Miramar.

Después, puedes continuar por el paseo costero de Ondarreta, que rodea a la playa del mismo nombre, y por el paseo Eduardo Chillida hasta la escultura realizado por este gran escultor: el Peine del Viento, un ícono de la ciudad. Este conjunto escultórico está formado por tres piezas de hierro que están sujetas a unas paredes de granito color rosa/amarillento desde donde resisten la fuerza del mar.

Al final, es una buena idea subir hasta el funicular del monte Igueldo para apreciar la bahía desde las alturas.

3. Jugar con las perspectivas en el Bosque de Oma

¿Pájaros pintados en los troncos de los árboles? ¿Ojos que nos miran? ¿Figuras de personas? ¿Un beso que nos recibe? Estas y otras figuras vas a poder encontrar mientras juegas con tus pequeños en el Bosque de Oma, uno de mis recomendados en la lista de qué ver en el País Vasco con niños.

Este bosque se ubica en la Reserva Natural de Urdaibai, donde el artista Agustín Ibarrola dejó volar su imaginación para que los visitantes se asombren mientras pasean entre los árboles.

En el suelo del bosque vas a encontrar triángulos amarillos que indican los sitios donde hay que pararse para que las figuras se vean completas. Alejarte y acercarte a estas figuras es una buena manera de jugar con la perspectiva.

El Bosque de Oma se ubica a 47 minutos en auto desde Bilbao. En el trayecto vas a pasar muy cerca de la localidad de Guernica (Gernika), por lo que puede ser un buen plan almorzar allí, recorrer el casco histórico, la réplica del cuadro de Picasso “Guernica” y continuar viaje.

4. Conocer la historia de la navegación en el Faro de Santa Catalina

Los faros suelen tener un atractivo especial para los peques. Por eso, imaginar historias de barcos, piratas y marineros será una actividad entretenida mientras se recorre el Faro de Santa Catalina, en Lekeitio.

En el faro funciona un centro de interpretación donde grandes y chicos podrán aprender sobre señas, orientación en el mar, luces y otras cuestiones básicas de la navegación. También existe la posibilidad de experimentar la sensación que tenían los marineros cuando veían la luz de un faro. Todo esto a través de talleres y nuevas tecnologías.

Lekeitio es una localidad costera que se encuentra a una hora en auto desde Bilbao y, además de sus playas y su casco histórico, tiene un pintoresco puerto donde puedes disfrutar de un abundante almuerzo.

5. Animarse al surf y a un buen picnic en Mundaka

¿Qué tal una clase de surf en familia? A 40 minutos en auto desde Bilbao se llega a Mundaka, una localidad con un casco antiguo encantador y playas sobre el mar cantábrico que reciben a los expertos del surf (y a los primerizos también).

Allí, sobre la costa, vas a encontrar varias escuelas de surf que ofrecen clases para adultos y niños de todas las edades. Se alquilan todos los elementos necesarios, por lo que solo tienes que ir con muchas ganas de aprender y divertirte con los tuyos.

Después de un buen chapuzón en las playas, puedes ir hacia la zona de la Ermita de Santa Catalina para disfrutar de algún picnic en medio de esos paisajes verdes que solo la costa del cantábrico puede regalar.

6. Observar pinturas rupestres en las Cuevas de Ekainberri

A casi todos los pequeños les gusta explorar qué hay más allá de lo que ven, por eso, proponerles conocer una cueva y que en ella pueden observar pinturas rupestres es un buen plan si estás buscando qué ver en el País Vasco con niños.

En el valle de Sastarrain se encuentran las cuevas de Ekain, donde se descubrieron pinturas rupestres de la época paleolítica, que fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2008.

Si bien lo que se visita es una réplica de las cuevas y las pinturas, denominada Ekainberri, vale la pena la excursión por lo didáctica que es y por la posibilidad de sumarse a otras actividades con los niños, que incluyen aprender a cazar, hacer fuego y pintar como hacían en la prehistoria.

7. Divertirse en un taller en las Salinas de Añana, otro imperdible de la lista de qué ver en el País Vasco con niños

¿Quién dijo que aprender tiene que ser aburrido? En la visita al Valle Salado de Añana toda la familia podrá participar en un taller para aprender cómo se elabora la sal.

En este caso, después de unos 50 minutos en coche desde Bilbao, pero hacia el sur, se llega a este lugar donde podrán conocer los paisajes de sal y elegir alguna de las opciones para recorrer el valle. Entre la oferta de visitas guiadas podrás aprender sobre la arquitectura, la arqueología, la historia y la biodiversidad de las salinas.

Además, podrás producir y catar la sal de Añana y hasta comprobar los beneficios terapéuticos del agua salada.

8. Explorar senderos entre bosques y tirolinas

Un día de caminatas, picnic y juegos es una propuesta tentadora para casi todas las familias. En los alrededores de Otxandio entre los parques naturales de Gorbeia y Urkiola se encuentra el parque de aventuras Hontzaextrem.

Allí, podrás disfrutar con tus pequeños de un día al aire libre en circuitos de puentes, redes, trapecios y tirolinas preparados para todas las edades. Luego de la adrenalina de esta actividad, puedes dar un tranquilo paseo por los bosques cercanos de robles, hayas y acebos.

Y si queda tiempo, un buen plan es llegar hasta el Parque Gorbeia y explorar el sendero de 4 kilómetros para llegar al Hayedo de Otzarreta, un bosque de hayas centenarias y un zigzagueante río, que te deslumbrará y será un paisaje que sin duda guardarán entre los mejores recuerdos del viaje en familia.

9. Recorrer los espacios verdes de Vitoria-Gasteiz en bicicleta

Vitoria-Gasteiz es una de las ciudades europeas con más espacios verdes por habitante. Por eso, recorrerla en bicicleta está en la lista de qué ver en el País Vasco con niños.

Puedes optar por dar una vuelta al llamado Anillo Verde, que rodea a la ciudad y conecta a varios parques. A los peques les encantará, por ejemplo, detenerse en el Parque de La Florida o desviarse hacia el Parque Galeón Pirata Akua, donde un barco de 33 metros los espera para trepar y divertirse.

Y si justo el día se nubla o prefieres hacer alguna actividad bajo techo, lleve los críos a la gran pista de hielo o alguno de los museos cercanos. Entre los que destacan encontrarás al Museo de Ciencias Naturales y el Museo de los Naipes, con la mayor colección de barajas del mundo.

10. Aprender cómo se hace el vino en Laguardia

¿Y si por último decides destinar un día a conocer el oficio del vitivinicultor? Para eso, solo es necesario manejar un poco más de una hora desde Bilbao para llegar a Laguardia y sus alrededores.

Allí, podrás recorrer varias bodegas y participar en talleres de elaboración del vino. Existen senderos para pasear en bicicleta entre los viñedos o puedes conocerlos arriba del Racimo Tren, un trencito “disfrazado” de racimo de uva, que seguro les gustará a los más pequeños de la familia.

Además, y siempre con los viñedos como protagonistas, puedes dar un paseo en kayak por el río Ebro o recorrer el Complejo Lagunar de Laguardia. Las lagunas son el refugio de una gran cantidad de aves, sobre todo entre septiembre y marzo. Por eso, allí puedes sacar a relucir tus prismáticos para jugar a ver quién reconoce y encuentra más aves.