Hoteles en Nueva York con spa: el summum del chic neoyorquino

El grupo 1 Hotel es famoso por crear espacios urbanos lujosos, y su última creación en Nueva York no decepciona en absoluto. Ubicado en el vanguardista distrito de Brooklyn, a tiro de piedra de su icónico puente, 1 Hotel Brooklyn Bridge ofrece habitaciones espaciosas y ecológicas, un moderno restaurante y un fantástico bar en la azotea. Tiene unas vistas insuperables del skyline de Manhattan, Brooklyn Bridge y la Estatua de la Libertad, haciendo que el punto fuerte del hotel sea sin duda su ubicación.

El recientemente inaugurado Bamford Haybarn Spa es un oasis de 1500 metros cuadrados. Dispone de una gran variedad de tratamientos y masajes faciales, para los que emplean su propia marca de productos para el cuidado de la piel. Lady Carole Bamford, famosa por su concepto de “global wellness”, ha creado este lugar de retiro urbano en colaboración con 1 Hotel Brooklyn Bridge.

Gansevoort Meatpacking se promociona a sí mismo como el “primer centro de servicio integral del lujo en el dinámico e histórico Meatpacking District en Manhattan”, y sin duda cumple totalmente con las expectativas. El hotel está rodeado de una buena muestra de cafeterías modernas de barrio, restaurantes y boutiques de diseñadores, y está también muy cerca del High Line Park.

Si quieres cócteles y vistas panorámicas, ve a Plunge, el bar de la azotea del hotel. Disfruta de una cena en The Chester, donde sirven especialidades americanas de calidad superior y platos de carne que te harán la boca agua. Durante los meses más cálidos puedes comer al aire libre en la famosa calle empedrada donde está ubicado el hotel.

El Lower East Side de Manhattan se ha hecho famoso en poco tiempo por tener los hoteles boutique más cool de la ciudad. Sixty Lower East Side Hotel está justo en el centro de este pintoresco vecindario y tiene un sinfín de servicios, como una piscina en la azotea, un restaurante de sushi y un fantástico spa.

El edificio no es especialmente bonito por fuera (la arquitectura de los años sesenta tiene muchas explicaciones que dar), pero no se puede juzgar un libro por su portada. Por dentro el edificio no decepciona y muestra una impecable combinación de lujo y frescura, en perfecta armonía con la personalidad y modernidad de la zona.

El famoso “Triangle Below Canal Street”, conocido como TriBeCa, es un moderno barrio de Nueva York con orígenes industriales, los cuales se reflejan claramente en sus antiguos edificios de almacenes y su onda artística. Hoy en día, este paraíso de lo hipster está lleno de galerías, tiendas alternativas y un floreciente número de bares y restaurantes.

Una de las joyas de TriBeCa, The Greenwich Hotel, es una clara muestra de clase tradicional en una moderna metrópolis. Las habitaciones decoradas individualmente están perfectamente amuebladas con camas antiguas sobre sólidos suelos de madera, grandes armarios y baños con preciosos azulejos, aportando un toque clásico a tu estancia. El lobby bar y su sala de estar son acogedores y grandiosos al mismo tiempo, el lugar ideal para tomar algo después de un largo día haciendo turismo.

The Lotte Palace, ubicado en Midtown Manhattan, es un lujoso hotel boutique famoso entre los más glamurosos y adinerados visitantes de Nueva York. Su ubicación en Madison Avenue atrae sin duda al viajero en busca del lujo y el despilfarro en tratamientos intercalados con excursiones de compras a Park y Fifth Avenues.

Las habitaciones del Lotte Palace son elegantes y estilosas, con modernas prestaciones como productos de baño de Molton Brown, servicio de habitaciones 24 horas y caja de seguridad para el ordenador portátil.

Si buscas un lugar prestigioso en Midtown Manhattan, con todo lo que ello implica, el Baccarat Hotel es sinónimo de lujo. Este hotel de estilo parisino y situado en el corazón de Manhattan posee habitaciones elegantes, servicio impecable y una gran variedad de comodidades.

Disfruta de un té inglés o de una cena en el Grand Salon, ve al centro fitness abierto 24 horas para hacer ejercicio, date una vuelta en el coche clásico privado del hotel o un chapuzón en la piscina cubierta y maravíllate con las obras de arte y los candelabros de cristal que hay por todo el edificio.