¿La escapada romántica perfecta? 6 hoteles con jacuzzi en la habitación en Andalucía

Con una localización inmejorable frente al barrio del Albaicín, el Hotel Granada Five Senses hace honor a su nombre para que os sumerjáis de pleno y con los cinco sentidos en la antigua ciudad árabe gracias a la decoración de vanguardia y las vistas de ensueño.

Al recorrer los pasillos del hotel, los sonidos de las fuentes y estanques, el perfume a jazmín, los sabores de Granada y las texturas de la arquitectura árabe os darán la bienvenida y os transportarán a los patios de la Alhambra. Este viaje por los sentidos en pareja continúa en la suite junior, decorada con una inmensa fotografía de la metrópoli en la pared, donde os recibirá un jacuzzi privado en la terraza para completar esta burbujeante inmersión granadina.

Es muy posible que en vuestra estancia romántica en una de las suites del Kempinski Hotel Bahía de Estepona lo último que os apetecerá será madrugar para no perderos el desayuno. Si es que resulta muchísimo más atractivo tomarlo más tarde en la intimidad de vuestra terraza con vistas al mar, desde donde se atisban la costa africana y los jardines tropicales del establecimiento, ¿a que sí? Pues vale, deseo cumplido. Además, como segundo deseo, la Suite del Mar también os concederá el sueño de disfrutar de vuestro propio jacuzzi en la terraza privada. Y el tercer deseo (aunque no tiene por qué ser el último), ¿podría ser el de echarse una siesta mecidos por la brisa del mar en una hamaca? ¡Por supuesto!

Si vais a visitar Sevilla por primera (o quinta) vez y queréis admirar la Giralda y la catedral desde un lugar privilegiado, el Eme Catedral Hotel satisfará vuestro deseo con creces. Contemplar la intrincada decoración de la torre campanario desde la piscina exclusiva para clientes del hotel con un mojito en la mano seguro que convertirá vuestra escapada en una experiencia irrepetible.

La luminosidad y la decoración minimalista, pero con mucha personalidad, de las habitaciones y las suites caracterizan este enclave ideal para vuestro viaje romántico. Si os enamoró el panorama desde la piscina, desde la suite junior podréis admirar la catedral en la absoluta privacidad de vuestra terraza con jacuzzi. Sin duda, será una sesión de hidromasaje insuperable.

Viajar a un lugar nuevo sin sentirse forastero puede parecer algo imposible, sin embargo, el Hotel Barceló Málaga ha ideado el nuevo concepto B-Locals para que descubráis los lugares con más esencia malagueña en compañía de guías locales expertos en la materia. Así, podréis charlar de las últimas tendencias gastronómicas en Málaga con Lola Bernabé mientras hacéis la ruta de las ensaladillas rusas o dejaros inspirar por Leo Peralta en las visitas a galerías de arte independientes, sin que falte una parada obligatoria para deleitarse con una tapa casera o un bocado de sushi.

En las escapaditas siempre hay que hacerle un hueco al descanso y, ya que estáis en Málaga, también a un poquito de sol. En la octava planta podréis daros un muy necesario baño de sol, además de un buen chapuzón en la moderna piscina del B-Heaven Relax & Ambience. Y si os atrevéis, podréis bajar al bar B-Lounge por el inmenso tobogán que atraviesa el interior del hotel.

Practicar deportes como el senderismo o descubrir playas aún vírgenes en la costa atlántica andaluza no tiene por qué estar reñido con el lujo. El Precise Resort El Rompido es buena muestra de ello. Y es que las marismas del río Piedras ofrecen un sinfín de senderos para aventurarse en plena naturaleza incontaminada. Allí se esconde la recóndita playa de la Flecha del Rompido, solo accesible en barco, donde os maravillaréis con las increíbles vistas al océano desde la lengua de arena que protege la orilla de la playa de El Rompido.

¿Os apetece vivir una experiencia romántica con tintes asiáticos en plena costa marbellí? No, no es un sueño inalcanzable. La lujosa villa The Marbella Heights Boutique Hotel os sorprenderá con su elegante decoración del sudeste asiático, que contrasta con las espléndidas vistas panorámicas de las montañas y la costa mediterránea gracias a su envidiable situación.

Al contar con solo cinco habitaciones, podréis disfrutar de un ambiente íntimo y relajado tanto en uno de sus tres salones interiores como en la piscina que domina el jardín. Y si vais a tirar “la villa” por la ventana y buscar la privacidad total, podréis optar por los inmensos espacios que os depara la Suite Mandara. En ella os adentraréis en una atmósfera de estilo balinés para broncearos en la amplia terraza privada o sucumbir a las burbujas del jacuzzi en el baño.