Lagos de agua azul celeste, acantilados al borde del mar, playas paradisíacas en las que olvidarte del mundanal ruido, pueblos pesqueros de ensueño… Son solo algunos de los irresistibles atractivos de este balcón montañoso asomado al Mediterráneo en el que disfrutar de unos días de relax y desconexión, ya sea en el interior o en la costa.
La Marina Alta, más escarpada y verde, y La Marina Baixa, con un paisaje dominado por las dunas y las palmeras, ofrecen un sinfín de posibilidades a lo largo de la Costa Blanca. Adéntrate en las cuevas en las que se refugiaban los piratas berberiscos o disfruta del pescado fresco, los arroces y las delicias de la huerta alicantina, algunas de las mejores bazas de la terreta para cautivarte. ¿Qué mejor que disfrutar de las maravillas de Alicante durmiendo en alguno de estos hoteles con encanto?