Desde la sierra de Mijas hasta la costa, Benalmádena se extiende como una alfombra árabe en tres núcleos: el Pueblo, en la parte alta y verdadero núcleo histórico; Arroyo de la Miel, importante zona comercial y de vida que da paso a urbanizaciones, y Benalmádena Costa, nueve kilómetros de cuidadas playas con todos los servicios.
Sea cual sea el hotel en Benalmádena que escojáis -y para ir abriendo boca- no puedo resisrtirme a recomendaros que os acerquéis a la playa Viborilla, una de las mejores de la costa, y que comáis en el restaurante La Viborilla, famoso por sus espetos, el pescaíto frito y la paella, especialidad de la casa. Ahora sí: ¡empezamos!