Hoteles con encanto en la sierra de Madrid para resetearte

La Torre Box Art Hotel es el ejemplo perfecto de que pasar un fin de semana en la montaña no tiene por qué significar renunciar a la exquisitez, en todos los sentidos. El edificio es un precioso palacete del siglo XIX que fue remodelado en 2007 por el premiado estudio de arquitectura Awa Studio. Está situado a la entrada del pueblo de Collado Mediano, en plena Sierra de Guadarrama y a tan solo media hora de Madrid. Cuando, al aproximarte, divisas su blanca torre, las escalinatas, la estructura acristalada exterior y el jardín de cipreses y pinos que lo envuelven, sabes que estás en el lugar adecuado porque te sientes acogido por el apacible y exclusivo entorno.

Una vez en el interior, relajan las tonalidades neutras que predominan en toda la decoración y la vista se recrea en las pinturas, los objetos y los muebles de diseño que actúan como contrapunto sin molestar; una estética que también define la cálida biblioteca acristalada con la que cuenta el hotel y sus siete habitaciones.

Te sentirás en la gloria tomando algo en la agradable terraza del jardín, en todo el espacio de la piscina o en la terraza acristalada con vistas, donde podrás resetearte al calor de una magnífica chimenea suspendida o disfrutando de otro punto fuerte de este establecimiento, la excelente cocina de Rubén Amro, el chef que está al frente de su restaurante, el Koma.

Para redondear tanta placidez y disfrute, tienes a tu disposición un spa con jacuzzi y sauna finlandesa, además de la opción de reservar un masaje para mimarte un poco más; sobre todo, después de hacer alguna de las rutas de senderismo por la zona en bici, a pie o a caballo.

El trato afable de todo el personal hace el resto, ya que es el ingrediente multiplicador que convierte este establecimiento en un lugar exquisito.

Si de entre estos 4 hoteles con encanto en la sierra de Madrid escoges Las Rozuelas, ¡no querrás volver a la ciudad! El hotel es una hermosa casa de piedra y madera, completamente restaurada, que se integra a la perfección en un paisaje impresionante de plena montaña. De hecho, Las Rozuelas es toda una finca ubicada en un bosque de robles, hayas y cedros, entre otros muchos árboles, pero a tan solo 2 kilómetros de Cercedilla (a 1 hora de Madrid).

Se nota enseguida que Las Rozuelas es un proyecto familiar y personal, gestionado con alma. Todo está impecable, la decoración transmite buen gusto, las habitaciones (ocho) te hacen sentir bien (¡qué vistas!) y los amplios baños están pensados para que uno pueda disfrutar de una buena ducha, con hidromasaje (no hace falta que te lleves zapatillas, ni secador). Por cierto, si vas en invierno y eres friolero, hay calefacción radiante en el suelo; así que aunque al llegar veas las montañas nevadas, estarás calentito.

El buen oficio de los dueños también se plasma en los desayunos: panadería hecha por ellos, frutas que saben a fruta, embutidos excelentes…Desayunar en su comedor con vistas o en alguno de los espacios exteriores es una verdadera delicia y te da la energía para salir a caminar por los bosques circundantes, hacer una ruta a caballo o realizar cualquiera de las muchas actividades que ellos mismos te proponen.

Cuando quieras momentos de mínima energía, serás feliz en su salón con chimenea. Pura calma. El hotel no tiene restaurante, pero tienes Cercedilla a un momento en coche.

Este hotel está situado a las afueras del pueblo de Robledo de Chavela, en un paraje de gran belleza entre la Sierra de Guadarrama y la Sierra de Gredos, a una hora en coche de Madrid.

De estas cuatro propuestas de hoteles con encanto en la sierra de Madrid, Los Cinco Enebros es la opción que podríamos denominar más clásica, además de ser todo un clásico entre los amantes de estas montañas porque reúne todos los requisitos que uno busca para una escapada confortable, relajante, en plena naturaleza y que pueda ofrecer buena cocina sin tener que desplazarse.

Destaca la acogida del personal al llegar y durante toda la estancia, en cualquiera de los servicios. Te darán la bienvenida con una bebida de cortesía, te proporcionarán cualquier cosa que necesites con una sonrisa, el servicio de sus dos restaurantes no te decepcionará y, cuando vayas al spa (jacuzzi, baño de vapor, sauna y piscina) a darte cualquiera de los masajes, saldrás como nuevo porque tienen un equipo de manos expertas que sabe cómo atenderte para que te sumas en un profundo relax (los buenos precios también contribuyen a ello).

Su oferta gastronómica es realmente buena. En el Lavanda, tienes la opción más casual de la zona del bar o la más formal del restaurante. Ambos espacios cuentan con vistas extraordinarias, pero el área acristalada del restaurante que da al monte es un mirador sensacional.

Además de las amplias y luminosas habitaciones (hay 17. Si puedes, reserva una con terraza), los cuartos de baño merecen una mención especial también por su amplitud y equipamiento.

El salón de grandes cristaleras con biblioteca y todo el espacio de la piscina exterior en plena naturaleza son los otros lugares que te harán disfrutar de momentos de gran serenidad. Cuando quieras activarte, solo tienes que preguntarles por los múltiples planes que te ofrece el entorno (lo conocen muy bien) o pedirles que te dejen una bici para ir a inspeccionarlo.

Adentrándonos de lleno en el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, a 50 kilómetros de Madrid, encontramos Navacerrada; un pueblo rodeado por algunas de las cumbres más emblemáticas de la sierra noroeste. En este enclave natural, y formando parte de una extensa finca, es donde está El Torreón de Navacerrada, una antigua casa de piedra de finales del siglo XIX reconvertida en un acogedor hotel de 10 habitaciones solo para adultos.

La máxima de sus propietarios es que te sientas como en casa y que nada enturbie tu paz, y lo consiguen. Lo apreciarás en su trato amable, en los múltiples detalles que decoran las cálidas habitaciones y los diferentes espacios (como el del salón abuhardillado), en las comodidades y el equipamiento, en los desayunos caseros, en la repostería que ellos mismos preparan para merendar, en la calidad de los platos caseros del romántico restaurante (en verano, trasladable a la terraza abierta al paisaje ) o en los aceites esenciales naturales que te encontrarás en el cuarto de baño para hacerte una sesión de aromaterapia…

El Torreón de Navacerrada no es un establecimiento con pretensiones, es un hotel en el que prima la sencillez y donde el lujo consiste en poder reservar una sesión de reflexología, un masaje craneal o de cuerpo entero con tu pareja, un tratamiento facial, que te hagan la pedicura y la manicura o pedir prestado un zafu para retirarte a uno de su rincones a meditar y ¡agradecer tanta paz!