Castellón sorprende por esa fusión armoniosa entre ser una gran ciudad y el sentir de las costumbres que siguen manteniéndose arraigadas en sus habitantes. Entre ellas, la tradicional Fiesta de la Magdalena que viste de gala la ciudad y, algo más moderno, el Festival de Benicássim, un evento musical de gran repercusión internacional.
Haciendo una caminata por los rincones ocultos del centro histórico, te deleitarás con sus monumentos, plazas y edificios de estilo gótico-valenciano. Y si a todo esto le sumas las extensas playas de la costa del Azahar para visitar en cualquier época del año y los platos tradicionales sabor a mar como el arroz a banda, pues la experiencia será completa y placentera.