Valladolid puede resultar demasiado intensa en su oferta: iglesias, museos, bares, restaurantes, paseos… Así que es una excelente opción asegurarse de que nuestro alojamiento será un lugar de descanso, relax y reparación. Este hotel funcional y moderno tiene dos palabras clave: piscina y spa.
A tan sólo diez minutos en taxi desde la Estación de Campo Grande, el hotel Vincci Frontaura parece estar destinado a una visita de negocios pero sus habitaciones superiores ofrecen una vista única y muy romántica sobre la ciudad. La piscina es imprescindible en los meses de más calor y durante todo el año se puede contratar un circuito deportivo y termolúdico.
Vuestra escapada romántica a Valladolid bien puede acabar con una copa en la habitación porque el hotel cuenta con una importante bodega y una selección de vinos de la tierra para poder degustar y explorar la riqueza de la denominación Ribera del Duero.