Este fin de semana hemos tenido la oportunidad de sorprendernos con Cuenca. ¿Por qué? Porque en no pocas ocasiones, Cuenca pasa desapercibida como un destino turístico que visitar. No todo el mundo se imagina que lo impresionante de sus casas colgadas es sólo la carta de presentación de la segunda ciudad más visitada de Castilla-La Mancha, una ciudad que sorprende, invita a disfrutarla a todos los viajeros que se atrevan a parar y, por supuesto, enamora. Porque sí, ya lo dijimos a la vuelta de nuestro viaje, Cuenca enamora.
¿Por qué enamora Cuenca? Porque se deja visitar, por su gente, por sus increíbles paisajes, por la cantidad de oferta deportiva natural que ofrece y porque es una ciudad preciosa. Si bien Cuenca siempre ha contado con el lastre de no ser una ciudad especialmente bien comunicada, la llegada del AVE a la ciudad ha supuesto un antes y un después para el turismo conquense: menos de una hora desde Madrid y menos de una hora desde Valencia, una opción desde luego a tener en cuenta. ¿Y qué hemos hecho este fin de semana? Pues descubrir esta ciudad, involucrarnos en sus tradiciones, su cultura y su gastronomía (¡ay, su gastronomía!). Tuvimos la suerte de visitar Cuenca con motivo del I Congreso de Turismo y Social Media y, si quieres, te invito a que nos acompañes por este viaje a Cuenca y te descubramos sólo una pizca de todo lo que ofrece la ciudad y sus alrededores.
La Cuenca Cultural
Cuenca es, sin duda alguna, un destino que satisfará a los amantes del arte y la cultura. Tanto por su patrimonio histórico (no en vano, su casco histórico está considerado Patrimonio de la Humanidad) como por la oferta artística y los diferentes eventos que se celebran a lo largo del año en la ciudad. ¿Algunas de las perlas de la ciudad? Además de las más que conocidas Casas Colgadas a las que hacíamos mención previamente, la Catedral de Cuenca enamora tan pronto como la ves a primera vista al llegar a la Plaza Mayor. De hecho, la Plaza Mayor de Cuenca es una de las joyas de la ciudad: su particular ayuntamiento, sus terrazas en las que descansar de un día de turismo de subidas y bajadas y su catedral, conforman un paisaje urbano digno de postal.
Pero vayamos por pasos: ¿qué ver en el centro histórico de Cuenca?
- Catedral de Santa María y San Julián: Como decía antes, un imprescindible de la ciudad. La catedral impone por fuera y enamora por dentro. Tanto su coro como sus distintas estancias sorprenden. Además, gran parte de la historia de la ciudad gira en torno a la mencionada catedral, así que es un punto de inicio perfecto para adentrarnos en la fascinante historia de Cuenca.
- Casas Colgadas: Por supuesto, todos hemos oído hablar de ellas y ciertamente impresionan. Además, por ambas hoces encontraremos distinos edificios que casi se convierten en precipicios y que dotan a la ciudad de una personalidad única. De hecho, se dice que los “rascacielos de Cuenca” fueron durante mucho tiempo los edificios más altos de Europa.
- Torre de la Mangana: Cuenca también tiene legado árabe y la torre de la Mangana es un buen ejemplo de ello. De estilo neomudéjar, la torre formaba parte de la antigua muralla de la ciudad y además de ser una pieza clave para entender la historia de la ciudad, también es preciosa.
- Puente de San Pablo: Cruzamos este puente todos los días para ir desde el Parador hasta la ciudad y francamente, es impresionante. En él tienes una perspectiva de toda la ciudad desde la hoz del río Huécar y por su altura, resulta impresionante cruzarlo. ¿Su historia? El puente original quedó destruído durante la Guerra Civil, de modo que se creó la plataforma metálica para volver a unir las dos partes del río.
- Convento de San Pablo: Otra de las joyas de Cuenca…. ¡En la que puedes dormir! El Convento de San Pablo fue nuestra casa durante el fin de semana que pasamos en Cuenca, se trata de un edificio del siglo XVI reconvertido ahora en un Parador de Turismo. Tanto su fachada como su patio interior, diferentes salas o incluso las habitaciones desprenden historia a raudales.
- Museos: En Cuenca hay muchos más museos de los que puedes imaginarte y, la mayoría, muy buenos. Desde Ver Cuenca han hecho una buena recopilación de los más interesantes. ¿Lo sorprendente? El empuje que se le ha dado al arte contemporáneo de la ciudad, sin duda alguna sorprende.
La Cuenca Natural
Otro de los principales atractivos de Cuenca es precisamente sus alrededores. La sierra de Cuenca es un paraje ideal para maravillarse por sus curiosas formaciones, así como por la cantidad (y calidad) de oferta en lo que se refiere a deportes de montaña. Nosotros tuvimos la suerte de practicar piragüismo, aunque la verdad es que hay oferta para todos los gustos: desde barranquismo hasta dar un paseo en quad o hacer alguna de las magníficas sendas por la Ciudad Encantada.
De hecho, la Ciudad Encantada es uno de los principales atractivos de la sierra y sin duda alguna te sorprenderá: además de sus curiosas piedras y formaciones rocosas, la vegetación o algunos lugares tan curiosos como el Ventando del Diablo. Si queréis descubrir esta zona, os recomiendo que preguntéis por las rutas disponibles en el Bus Turístico de Cuenca.
¿Y para los amantes de la playa? ¡Pues también hay playa en Cuenca! Resulta curioso imaginarse algo así, pero los conqueses se las han arreglado para satisfacer las necesidades de todos los turistas. Así que si quieres playa, aunque sea artificial, tendrás playa con hamacas, tumbonas, sombrillas y un restaurante del que luego hablaremos.
La Cuenca Medieval
Durante nuestra estancia en Cuenca, también tuvimos la oportunidad y la suerte de vivir la experiencia de la Cuenca más histórica. Con motivo de las fiestas de San Mateo, en la ciudad se celebra la reconquista por parte de Alfonso VIII y se reconstruye la toma de la ciudad por las tropas cristianas.
De hecho, durante septiembre, se celebran muchos eventos dedicado al acontecimiento histórico y realmente es un motivo más por el que visitar la ciudad. La representación de la reconquista tiene como escenario la entrada de la Catedral, así que el evento es verdaderamente un lujo para todo aquel que acuda durante esos días a Cuenca.
La Cuenca Gastronómica
Como puedes ver, hemos hecho muchas cosas y descubierto una ciudad que enamora pero…. ¡También nos hemos puesto las botas! La comida en Cuenca es otro de los placeres sólo reservados para aquellos que visiten la ciudad. Teniendo como principal protagonista al morteruelo y el ajo arriero, el fin de semana ha sido un festival para nuestros paladares.
¿Quieres probar lo mejor de la gastronomía típica de la zona? Nosotros tuvimos la oportunidad de probarla en el Restaurante La Playa y fue una experiencia más que recomendable: una comida deliciosa a base de platos típicos conquenses, unas vistas envidiables y un servicio servicio a la altura de los manjares que probamos. ¿El morteruelo? insuperable.
Por la noche, en cambio, disfrutamos de una de las mejores cenas que recuerdo en la Posada San José. Recomendadísimo. ¿Y qué decir de los desayunos en el Parador? De 10. Y nos consta que Cuenca tiene mucha más gastronomía que ofrecer, así que todo aquel que busque nuevas experiencias para su paladar, que no lo dude, Cuenca entra por los ojos y la boca.
¿Dónde alojarse en Cuenca?
Si a todo esto (y lo que nos dejamos por contar) le añadimos que Cuenca tiene una planta hotelera envidiable con unos precios de lo más competitivos, el resultado es claro: tienes que escaparte y conocer Cuenca. ¿Necesitas alguna idea de alojamiento? Déjame que te de algunos consejos sobre dónde descansar si vas a visitar Cuenca.
- Parador de Cuenca: Ya hemos hablado de el Parador antes pero merece la pena incluirlo en esta sección. ¿Dormir en un antiguo convento del siglo XVI? ¿Tener las mejores vistas de Cuenca desde tu habitación? Este es tu hotel. Además, su precio, lejos de ser desorbitado, es bastante asequible teniendo en cuenta la categoría del Parador: desde 120€ puedes pasar una noche en una habitación doble y un entorno incomparable.
- NH Ciudad de Cuenca: ¿Un cuatro estrellas en pleno centro y desde sólo 48€ por noche y habitación doble? El NH Ciudad de Cuenca es tu hotel. Situado en una de las zonas más bulliciosas de la ciudad, el NH Ciudad de Cuenca cumple con todas las expectativas del viajero más exigente: un servicio personalizado, unas habitaciones amplias en las que se ha tenido en cuenta todos los detalles y una ubicación envidiable.