Algunas de las mejores casas rurales de Tarragona nos servirán de campos base para descubrir a fondo una tierra a la que, en ocasiones, no se le han reconocido los méritos. Tierra de vinos, de memoria histórica y de naturaleza exuberante –todo lo que lo puede ser la mediterránea- y a la que el Ebro insufla vida. Ideal para visitar con familia, para deportistas y enoturistas.
5 casas rurales en Tarragona ideales para maridar mar y montaña
De los Ports de Tortosa-Beseit a la Costa Dorada, mar y montaña, Tarragona transforma esa dicotomía en un atractivo y singular fenómeno que marca carácter y que os invito a conocer y disfrutar.
Dani Chicano
El carácter de las comarcas tarraconenses está muy marcado por el vino, la montaña, el mar y el río Ebro. Lo que llamó la atención a Dani y lo enamoró es que la mezcla de todos esos elementos forman el carácter del paisaje, su cultura, su cocina y sus habitantes, afables y gentiles con el visitante, pero reservados y trabajadores. Acompañadlo a la Terra Alta, a Deltebre, a los Ports. Es el cicerone perfecto.
El preludio de un espectáculo natural
Estar como en casa, pero en un entorno diferente al habitual; comodidad y novedad al mismo tiempo; calma y excitación. ¿Lo habéis experimentado alguna vez? Es lo que uno siente alojándose en el Maset de Castanyer, una pequeña masía rehabilitada en el 2010 con un gusto exquisito, un punto rústico, perfectamente equipada, cerca de Tortosa i del Parc Natural dels Ports y que va que ni pintada para una estancia familiar. Comodidad y calma porque el alojamiento es muy confortable y no le falta de nada. Excitación por la novedad, porque el entorno y lo que nos depara la estancia está todavía por descubrir, como antes de abrir un regalo el día de Reyes.
Uno de los ases de la masía es su magnífico porche, en el que echar una partida de ping-pong con los niños, abandonarse a la lectura o tomar un estupendo vermut. Asoma a una zona ajardinada al estilo mediterráneo con columpios, una pista de tenis y una barbacoa. De fondo, un espléndido macizo de montañas, Els Ports, que se adentra en Teruel (Aragón) y Castellón (País Valenciano).
Maset De Castanyer
Tortosa
La joya de los arrozales
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La Masía Tinet, una joya rodeada de arrozales, es una de les casas rurales de Tarragona más singulares. Por su ubicación, en el corazón del Delta del Ebro, rodeada de arrozales y por su polivalencia: perfectamente adecuada para el turismo familiar. Aunque también incluye un concepto alternativo, desenfadado, de turismo rural.
Dispone de 6 habitaciones dobles y el centro gravitacional de la casa en invierno es su comedor con chimenea y la sala de lectura, mientras que en verano haréis vida en la piscina de arena, el solárium y la eixida (salida trasera), para disfrutar de unas vistas fenomenales sobre los campos de arroz. El interior de la casa posee una fuerte personalidad y cada habitación, una de las cuales es adaptada, lleva el nombre de una variedad de arroz. Si os dan a escoger, pedid la habitación Bomba. Curiosead también en su agrotienda, con productos típicos de la zona.
Masia Tinet
Deltebre
La más familiar de las casas rurales de Tarragona
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De todas las casas rurales de Tarragona que os vaya a recomendar en este post, Cal Conrad es la que ofrece un ambiente más familiar. Está situada en Nulles, un pueblo rodeado de viñedos, cerca de la capital y de la Costa Dorada, pero también muy cerca de la Montañas de Prades. La cultura vitivinícola lo condiciona casi todo en esta parte del país, por eso, las 4 habitaciones de la casa llevan el nombre de vinos de la zona.
No hará falta que os preocupéis por nada que no sea planificar visitas y actividades, porque está debidamente equipada. Dispone de sala de juegos con mesa de ping-pong y un completo surtido de juegos de mesa. La piedra imprime un carácter rústico muy especial al edificio, realzado por una decoración ecléctica, que combina modernidad con tradición, muy especialmente la del vino.
Cal Conrad
Nulles
La sofisticación, la sostenibilidad y el buen gusto
El Mas Montbrió Belvedere es una masía de dimensiones considerables, de tres plantas, que combina sabiamente un toque de modernidad con la comodidad y el respeto al entorno. Atención a los datos: cinco habitaciones dobles, amplias, luminosas, un apartamento para cuatro personas –todo ello perfectamente equipado-, gimnasio, biblioteca, salón con chimenea, sala de juegos con ping-pong, futbolín, libros infantiles y juveniles, un trampolín, juegos de mesa, consola de videojuegos y una cocina estupenda a disposición del huésped. La decoración es de un gusto refinado, mezcla de vintage y modernidad.
Con el exterior ya se te caen los palos del sombrajo. Un maravilloso e inmenso “jardín” mediterráneo (24.000m2), con 500 olivos y árboles frutales, presidido por una gran zona de césped natural en la que se encuentra la piscina. Por si fuera poco, entre árboles, se halla un pequeño campo de fútbol de césped natural. La verdad es que no sabes a dónde dirigir la vista. Instalación geotérmica, tratamiento de aguas residuales, paneles fotovoltaicos y solares…
Mas Montbrio Belvédère
Cambrils
Donde el tiempo se ha detenido
La Posada, situada en Caseres, es una de las pocas casas rurales de Tarragona en las que da la sensación que el tiempo se ha parado. Se construyó en 1928 y la fachada conserva la decoración original. En el proceso de adaptación se conservó la estructura original y todo su encanto, el que le otorga la combinación de la piedra y la madera.
Son tres plantas que incluyen un granero original, una bodega y sala de cata que alberga las barricas de roble donde se conserva el vino más viejo de la casa, en la planta baja, y que la tiñe de un ligerísimo aroma muy agradable. En el resto de plantas se reparten un dormitorio y una suite, cocina, baños, comedor, sala de estar y una estupenda terraza en la azotea.
La Posada de Caseres
Caseras