Casas rurales en Segovia con mucho encanto para una escapada rústica

La Fuente del Poval se encuentra en la pequeña villa (apenas 100 habitantes) de Caballar, muy cerca de las Hoces del Río Duratón, Sepúlveda y Pedraza. Enclavados entre algunos de los pueblos más bonitos de España, empezamos bien. Esta casa rural en Segovia se alza sobre un antiguo edificio construido en los años 50 y restaurado en 2005. En su día, sirvió como almacén y pajar. Hoy, su encanto rústico sigue latente y los materiales nobles que se emplearon para su construcción, como el barro cocido en solados y los azulejos hechos y pintados a mano en talleres artesanales, siguen intactos.

El alojamiento tiene capacidad para hasta ocho personas gracias a sus dos habitaciones de matrimonio, dos dobles y tres baños, uno de ellos con bañera de hidromasaje. Si buscabas una casa rural con jacuzzi en Segovia, ¡aquí la tienes! Aparte de por sus dimensiones, también es perfecta si viajas a Segovia con niños por su sala multiusos, con billar, futbolín y diana electrónica. ¡Lo más pequeños estarán muy entretenidos!

A pocos kilómetros de Segovia, ciudad Patrimonio de la Humanidad, y en el encantador pueblo de Torrecaballeros, se encuentra el Rancho de la Aldegüela. Su espíritu rústico y acogedor y su ambiente entre tradicional y sofisticado te acogerá para que te adentres en el turismo rural a través de su personalidad arrolladora. El origen del rancho se remonta al siglo XVI, cuando la lana merina era un puntal de la economía castellana y esta finca servía como sala de esquileo de ovejas. Lo dicho: ¡pura tradición!

Hoy, sin haber perdido esencia, esta casa rural en Segovia que un día perteneció a la familia descendiente de los Marqueses de Lozoya, se erige como espacio plural, de gastronomía, de turismo y de exposición y venta de objetos traídos de África y Asia. Esto último debido a que entre las aficiones de Javier Giráldez, uno de los propietarios, están los viajes a África Occidental y La Indochina, desde donde trae las tan especiales piezas que decoran el establecimiento.

El Mirador del Alcázar ofrece una selecta variedad de ambientes con una cuidada estética del color, las formas y los aromas. Para una escapada en pareja a Segovia cosmopolita y de diseño pero rodeada de naturaleza, opta por su opción “Loft”. Se trata de un apartamento solo para adultos donde se respira un lujo similar al de la suite de un hotel, ¡vestidor y tocador incluidos! Aquí amanecerás con vistas a la iglesia románica de Los Templarios.

Si prefieres algo más de espacio elige la opción “Urban”, con capacidad para albergar hasta cinco personas. Algunas son de inspiración nórdica y minimalista; otras, un estallido de color y reminiscencias tropicales; el resto, espacios elegantes con materiales orgánicos como la madera y texturas puras como el cuero. Hay una para cada tipo de viajero pero tienen un factor común: están rodeadas de romanticismo y verde con vistas al Alcázar de Segovia y a la Alameda del Parral.

Esta casa rural se halla en Burgos pero el trayecto desde Segovia bien merece la pena por dormir en un lugar tan peculiar como este. Nada menos que un antiguo molino de agua, cuya existencia data del siglo XV, que ha sido totalmente rehabilitado en estilo castellano para convertirse en Molino de la Vega. Dormir aquí significa irse a la cama con el rumor del río de los Ausines y amanecer con un paseo a la sombra de los avellanos, manzanos y perales que habitan las tierras de alrededor. Y del campo, a la mesa: aquí también se puede disfrutar de una exquisita cocina casera elaborada con los mejores productos de temporada y cosecha propia.

Un total de seis estancias, todas decoradas con antigüedades y aperos de labranza y bautizadas con los árboles que rodean la propiedad, dan cuerpo a esta casa rural con encanto. Nuestra favorita es “Nogal”, la más grande de todas, por sus techos abuhardillados, su enorme cama de matrimonio, sus detalles en mimbre y madera de olivo y su bañera en la habitación. ¿Sábanas bordadas y calienta-camas en invierno? ¡Oh, sí!

El Bulín de Braojos está ubicada en una pequeña localidad de la Sierra Norte de Madrid, en la ladera de la sierra de Guadarrama y limitando con la provincia de Segovia. En el pueblo también se la conoce como “Casa Marta”, en honor a la abuela de los dueños, antigua propietaria de la vivienda. “Hubiera estado muy orgullosa de nosotros y le hubiera encantado el proyecto“, reconocen emocionados.

Este alojamiento rural de amplios espacios está decorado como antaño. La madera, la piedra y la teja -materiales típicos de la zona- le dan esa calidez y familiaridad que buscamos en una escapada rural. Sin estridencias, aquí se viene a conectar con el entorno y a relajarse con un libro y una copa de vino frente a la chimenea acristalada del salón. Sus grandes ventanales te sorprenderán con unas vistas privilegiadas de la sierra. También lo harán su gran patio con barbacoa y el dormitorio de matrimonio con baño en-suite.