Casas rurales con piscina climatizada y hoteles rurales con spa donde desconectar

El paraíso del turismo rural es, claramente, el País Vasco. Sus montes, sus verdes prados, sus interminables playas y el carácter de su gente hacen que Euskadi sea perfecto para disfrutar de la naturaleza. Urkulu Landetxea es una casa rural con piscina climatizada en la provincia de Guipúzcoa, más precisamente en Aretxabaleta. Se sitúa a los pies del monte Kutzebarri, desde donde se puede apreciar tanto el valle como el precioso pantano de Urkulu.

Urkulu Landetxea se ubica en un auténtico caserío del año 1900 donde encontrarás seis habitaciones con mucho, pero mucho encanto. Cada una tiene personalidad propia, pero todas cuentan con el equipamiento perfecto para hacer de tu estancia lo más cómoda posible: TV, calefacción, aire acondicionado, WiFi, bañera de hidromasaje y unas vistas que quitan el aliento. Pero la cereza del pastel es, sin duda alguna, la piscina interior climatizada, ideal para pegarse un buen baño en un entorno maravilloso.

El Pirineo Catalán cuenta con una belleza incomparable. Los bosques, picos, fauna y flora de estas imponentes montañas, hacen que el entorno sea digno de no solo una visita, sino de varias a lo largo de la vida. Ahí, a los pies de una imponente fortaleza medieval, muy cerca de la importante ciudad de La Seu d’Urgell, se sitúa El Castell de Ciutat, un hotel rural con spa digno de una escapada en pareja, en familia o con los amigos.

La familia Tàpies, propietarios del lugar, son los responsables de ofrecer a los huéspedes el mejor servicio posible. Una gastronomía de primera, un trato inmejorable y unas instalaciones de lujo harán que tu estancia sea inolvidable. Si eres amante del buen comer, entonces has elegido el lugar correcto. El restaurante Tàpies, reconocido por las más prestigiosas guías gastronómicas, será el escenario de tus cenas más románticas, mientras que el restaurante Katia, con vistas al parque natural del Cadí Moixeró, será ideal para disfrutar de la mejor cocina acompañado de la familia.

La sierra de Segovia esconde un secreto, pero nos ha tocado desvelarlo. Situado en una panadería del siglo XIX, Artesa es un fantástico aparthotel de diseño donde el confort y la relajación son los ingredientes principales de la mezcla que se prepara hoy en día. Perteneciente a la familia Sanz, panaderos con más de tres siglos de tradición, este alojamiento se erige sobre los cimientos del antiguo obrador familiar.

Seis suites componen Artesa Suites & Spa: la Suite Chocolate,  muy luminosa y con elementos inspirados en el cacao; la Suite Flor y Nata, con dos habitaciones, amplios ventanales y vistas a la Sierra de Cebollera;  la Suite Miel, con decoración en tonos dorados que recuerdan al delicioso elixir que lleva su nombre; la Suite Cereales, donde las espigas el trigo y el pan recrean un ambiente de lo más acogedor; la Suite Leche, tapicería moderna en tonos blancos adorna un ambiente cómodo y luminoso; la Suite Bosque, donde los amplios campos arbolados de Castilla son la inspiración.

El pueblo de Campany, en e l’Alt Emordà, es el escenario en el que se encuentra Can Llobet, una preciosa casa rural con piscina climatizada ideal para conocer tanto Catalunya, como Andorra o el sur de Francia. Compuesta por cuatro alojamientos, este complejo tiene la capacidad de albergar hasta 22 personas en espacios separados para que todos tengan la mayor privacidad.

Esta antigua masía catalana cuenta con una interesante historia que se adivina en cada rincón. El dueño original, Gregori Aritzà fue vigilante de Filoxera y un prolífico escritor. Can Llobet fue un lugar donde se hacía pan, aceite y vino y, después de su restauración en el año 2005, se conservaron los elementos originales para dar ese toque rústico que tanta personalidad aporta al lugar y se construyó una piscina exterior de agua salada y un jacuzzi-piscina climatizada interior ideal para disfrutar en pareja durante los meses de invierno.

Cantabria es tierra mágica. Es un lugar donde la inmensidad del mar y la potencia de la montaña se encuentran para crear un espacio que da paso a historias y leyendas que se remontan a tiempos antiguos. Es aquí donde se sitúa la casa rural con piscina climatizada conocida como Hostería El Pomar, un alojamiento de estilo montañés que te transportará a la época en la que los caballeros recorrían la zona y reponían fuerzas en el lugar.

La hostería data del siglo XVIII, cuando fue fundada como palacio señorial. Hoy en día, dispone de todas las comodidades que puedas imaginar para disfrutar de unos días de descanso en un entorno rural de inmensa belleza. Aquí despertarás con el piar de los pájaros y, al abrir los ojos, el intenso color verde que caracteriza a esta zona será lo primero que captarán tus pupilas y te invitará a dar un paseo por la más imponente naturaleza.