¿Quieres huir del mundanal ruido, relajarte y disfrutar del aire puro? En Extremadura tienes un inagotable vergel al alcance de la mano, atravesado por el Tajo y a poca distancia de ciudades Patrimonio de la Humanidad como Mérida o Cáceres.
Las horas pasan lentas y placenteras cuando lo que te rodea son imponentes castillos y pueblos medievales, los cerezos en flor del Valle del Jerte o las imponentes dehesas salpicadas de cascadas, saltos de agua y piscinas naturales que esconde el campo extremeño. No lo dudes ni un segundo más, estas casas rurales en Extremadura con piscina te están esperando.