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Qué ver en Ibiza para vivir la verdadera esencia de la isla

Sí, la mayor de las Pitiusas es sinónimo de fiesta, sol y playa, pero hay mucho más que ver en Ibiza para impregnarte de su verdadera esencia y descubrir su auténtica magia.

Ibiza también es un idílico paisaje interior; pequeñas calas de aguas turquesas todavía poco concurridas; las tradiciones que los lugareños conservan; las calles peatonales e intrincadas del centro histórico de la capital, con sus casas encaladas; la filosofía de vida y la creatividad de sus gentes, los olivares y los almendros, y el aroma que desprenden las sinuosas sabinas y los pinares a los que, al igual que su hermana Formentera, debe el sobrenombre que le dieron los griegos de “isla pitiusa” (isla cubierta de pinos).

1. Amanecer en Casa Maca con vistas a la Vila

Llegar a Ibiza e instalarse en el hotel Casa Maca (“casa bonita”, traducido del catalán) es sinónimo de conectar inmediatamente con la esencia de la isla. Imagínatelo: una casa tradicional ibicenca de tan solo 10 habitaciones entre campos de lavanda, almendros, algarrobos, olivos e higueras con una espléndida piscina exterior, todo tipo de cuidados wellness y una luminosa terraza en la que desayunar (¡hasta las 12:00!) o comer al aire libre con vistas a todo el caso antiguo y divisando el mar. Y es que Casa Maca está lo bastante apartada y lo suficientemente cerca del centro de la capital como para pasar del silencio a la animación en tan solo unos minutos.

Te dará paz su decoración, en armonía y coherencia con la arquitectura local, y en sus detalles descubrirás el carácter y la personalidad de esta tierra mágica. Por la noche, te seducirá el ambiente que se concentra en el otro comedor al aire libre, con buena música en vivo. En este espacio puedes cenar y después tomar una copa en su divertido bar tipo food truck. Si viajas en invierno, la chimenea interior del restaurante y su oferta gastronómica te proporcionarán la calidez que necesitas.

Casa Maca

Ibiza
9.5 Excelente (45 Opiniones)

2. Callejear por la vibrante Dalt Vila

Para conocer este barrio amurallado, lo mejor es que te dejes llevar por el propio trazado anárquico de su origen medieval que se va alzando sobre la ciudad, con vistas al puerto y a la costa, mientras van saliendo al paso encantadoras plazas e intrincados callejones, escalones y pasadizos empedrados.

En verano, Dalt Vila es pura vitalidad, ya que concentra una gran cantidad de tiendas, mercadillos de artesanos, terrazas, restaurantes y galerías de arte. En algún momento del paseo pregunta por la plaza de la Vila, ya que es uno de sus puntos neurálgicos.

3. Descubrir los barrios del centro de Ibiza

Entre las murallas y el puerto, bajando hacia el mar, encontrarás un conjunto de bonitas calles encaladas que conforman el histórico barrio de La Marina, con comercios y animados locales de ocio abiertos hasta medianoche.

Otra zona imprescindible es el antiguo barrio de pescadores de Sa Penya, el cual, al igual que Dalt Vila, se va alzando por encima del nivel del mar ofreciendo espectaculares vistas (sobre todo, desde la plaza de Sa Torre) aunque este es completamente peatonal. Al bajar, puedes ir hasta la Avenida de Santa Eulària, donde está el muelle pesquero, para ver cómo arriban las tradicionales embarcaciones de pesca de la isla, los llaüts, y toda la actividad que se crea alrededor.

4. Regálate unas alpargatas de esparto

La recogida y el arte de tejer y trabajar el esparto es una de las tradiciones más arraigadas de la isla. Hacen objetos realmente bonitos con esta fibra vegetal, tanto de decoración como para vestir. Los capazos (senallons) y las alpargatas (espardenyes) son un clásico de los que también encontrarás versiones renovadas en los múltiples mercadillos (como el de Las Dalias) y tiendas de Ibiza.

A mí, particularmente, me gustan mucho los capazos rústicos de toda la vida, como los que venden en José Pascual, un comercio que abrió hace más de un siglo en la calle de la Santa Creu del barrio de La Marina, y las alpargatas de Estrivancus, una tienda de Santa Eulalia Del Río con taller propio donde las tintan y cosen a mano utilizando las mismas técnicas que sus antepasados (¡me encantan los diseños de María!).

5. Más shopping: cuero y moda Adlib

También te recomiendo ir a la tienda del reconocido artesano del cuero Pedro Planells, en la calle Jaume I (celebridades de todo el mundo van a comprarle) y a World Family Ibiza. En esta tienda de la carretera de Sant Joan perderás la cabeza con sus creaciones en piel superestilosas y hechas a mano.

Las prendas de moda Adlib (la moda tradicional ibicenca) las encontrarás por doquier porque son “marca Ibiza y casi todos los mejores diseñadores, que además siguen haciendo la ropa artesanalmente, tienen tienda propia.

6. Haz una pausa en la pastelería Can Vadell

Si el ir de compras te abre el apetito y necesitas reponer fuerzas, acércate a la emblemática Can Vadell, en la calle de Canàries, 1. Es un antiguo horno que sigue elaborando, tras varias generaciones, las recetas tradicionales de ensaimadas, flaó, cucarrois, rubiolets y buñuelos.

Aparte cocinan platos para llevar que son una delicia, además de focaccias, pizzas y coques. En una isla repleta de celebridades y gente adinerada, donde proliferan los buenos y caros restaurantes, Can Vadell es una excelente alternativa en un momento dado.

7. Pide un arroz en Es Ventall de Sant Antoni

En este restaurante familiar de Sant Antoni traen el pescado directamente de la lonja y con él elaboran excelentes arroces de pescado y marisco a precios que no te arruinarán. Aunque su carta te ofrece mucho más: desde otros platos del recetario tradicional ibicenco a propuestas más innovadoras, y todos ellos elaborados con productos de su huerto y cocinados a la leña.

Te gustará la luminosidad del local, sus grandes ventanales, la decoración con materiales naturales de la isla y las mesas perfectamente montadas con sus manteles blancos, a pesar de que el ambiente no es nada “puesto”.

8. Ser payés por un día en Can Musón

María Marí, la propietaria de esta enorme finca y granja ecológica ubicada en Santa Eulària es Riu, dejó hace diez años su trabajo como diseñadora de moda Adlib para volver a las raíces familiares y contribuir a preservar las tradiciones de la isla. Entre las muchas actividades y talleres que ofrecen tanto para niños como par adultos, en Can Musón puedes aprender a elaborar y hornear artesanalmente el pan tradicional de Ibiza, el postre más típico o el licor más popular con 21 hierbas diferentes de sus tierras.

Pasaréis un día en un entono idílico en plena naturaleza, en contacto con animales autóctonos y degustando saludables productos ecológicos. Cada taller incluye una visita guiada por la finca y una degustación de queso, sobrasada (¡qué rica!), coca y otros productos.

9. Sumergirse en Cala d'Hort

Cala d’Hort está declarada como Parque Natural y es, sin duda, una de las calas más bonitas de la isla. Sus aguas cristalinas, el magnético islote que se alza varios metros por encima del mar frente a la cala, las preciosas vistas a Es Vedrà desde los acantilados que la bordean y las casetas de pescadores la hacen especial.

Es una cala de piedras pero basta con ir con el calzado adecuado para disfrutarla. Y puedes quedarte a comer allí mismo porque hay tres buenos restaurantes. El que se llama como la cala, Restaurant Cala d’Hort, es una buena elección. Al atardecer, la puesta de sol es de lo más bello que ver en Ibiza.

10. Navegar hasta Cala Conta en barca

Para llegar a Cala Conta (también conocida como Cala Comte) también puedes hacerlo en coche, pero ya que estarás en Ibiza, vale la pena hacerlo por mar; en Sant Antoni hay una línea de barcas que te lleva. No es una exageración decir que es una de las mejores calas del mundo, aunque, de hecho, Cala Conta consta de tres calas y varias calitas, como la Cala del Embarcadero y Ses Roques Males.

Frente a Cala Comte, varios islotes conforman una reserva natural protegida. En toda la zona, salvo en la preservada, tienes chiringuitos y algunos restaurantes. Se trata de que, una vez allí, explores y extiendas tu toalla donde la conexión con la naturaleza sea más alta (¡lo tendrás complicado!).

Bonus track: qué más ver en Ibiza

La agenda de qué ver en Ibiza no estaría completa sin ir a la cala Pou Des Lleó y comer allí un bullit de peix; acercarte al pueblo de interior de Santa Gertrudis y pedir un bocata de jamón en el famoso Bar Costa, un local mítico de los años setenta repleto de obras de arte, e ir a Santa Agnès para ver los almendros en flor (si es primavera).

También debes saborear una tortilla de patatas como Dios manda en otro restaurante que es otra institución en la isla desde hace décadas: Can Cosmi. ¡Ah! Y cuando estés en Santa Eulalia, ve al Taco Paco, el restaurante mexicano más rico de la isla.